Donosti desde Monte Igeldo. |
Comienza la Semana Santa y en un
afán de escaparme de la exaltación y la parafernalia católica que
nos invade estos días, he decidido hacer una escapada por el norte
de nuestro país. Con la esperanza de no encontrarme ninguna
manifestación de exaltación del catolicismo, visito una ciudad que
aparte de tener fama de tener unos rincones de especial belleza, ser
una ciudad en la que existe cultura y que se vive en cada esquina.
Los vuelos de este viaje los hago en
una nueva compañía, Helitt. Es una compañía malagueña de vuelos
charter que conecta diversas ciudades de España, con aviones bimotor
de hélice. Los mismos aviones que usa Binter Canarias o Islas
Airline. Tengo que resaltar que el vuelo ha sido muy cómodo, con un
trato exquisito por parte de la tripulación de cabina y con una gran
puntualidad. Muy recomendable la aerolínea, sus vuelos son baratos.
Llego al aeropuerto, que está situado en Fuenterrabía, una población a 22
kilómetros de Donosti. La visión desde la altura de la zona pone
los pelos de punta. Fuenterrabía esta situada en la frontera justo entre
España y Francia, viéndose a tu izquierda toda la costa francesa
formando una línea recta y a tu derecha la costa cantábrica con sus
recovecos, entradas a pequeñas calas de la costa. Preciosa vista.
Cojo una guagua y en media hora
estoy en el centro de Donosti. Voy buscando la pensión en la que me
quedaré, que está situada dos calles paralelas a el paseo peatonal
de la playa de La Concha, en el barrio Miraconcha. La pensión se
llama Pensión Easo. Pequeño establecimiento hotelero en un edificio
antiguo, que está regentado por sus propios propietarios. Está
recién reformada, con un exquisito gusto y el trato que recibo a la
entrada es muy amable. Se nota que está gestionado por sus propios
propietarios. Muy recomendable el establecimiento. Los precios no son
altos para lo que he visto que se paga el alojamiento en esta ciudad,
aunque tengo que decir que los precios son un poco altos si lo
comparamos con el resto de nuestro país.
Catedral Del Buen Pastor. |
Llego para la hora de comer, lo que
hago como primera opción. Salgo de la pensión y voy caminando por
la calle San Martín y encuentro un restaurante se llama La Espiga,
que me gusta a primera vista. Entro y pruebo una de las
especialidades del restaurante, la carne de ciervo, nunca la había
probado, es exquisita. Después de comer, continuo caminando por la
calle San Martín y me encuentro con la Catedral del Buen Pastor, de
estilo neogótico. No puedo entrar ya que se encuentra cerrada. Tengo
que decir que tampoco acompaña el tiempo, está muy nuboso y llueve
constantemente con una fina lluvia. Continuo caminando por las
callejuelas y soportales de la calle San Martín hasta que llego al
Hotel Londres y de Inglaterra. Es un hotel situado en primera línea
de playa de estilo romántico del siglo XIX, y en el que se han
alojado muchísimas estrellas de cine y teatro, personajes políticos,
etc. En ese momento decido irme hacia el paseo de La Concha y
recorrer esta parte. Porque hacia la derecha se encuentra todo el
casco antiguo de la ciudad que visitaré con más detenimiento
mañana.
Paseo por la avenida peatonal de la
playa. El paseo es muy agradable, las vistas de la playa, el mar
Cantábrico, la ensenada que hace la Bahía de la Concha y la isla de
Santa Clara en el centro, hacen un paisaje espectacular. Disfruto de
él aún cuando está lloviendo. Al llegar a la mitad del paseo me
encuentro con una cafetería que está al borde de la playa y que
tiene unas vistas espectaculares. Aprovecho para tomarme un café
acompañado con un dulce.
Continuo mi camino y me encuentro
con el Parque Palacio de Miramar, residencia de la reina María
Cristina y de su familia cuando venían a la ciudad, de estilo
cottage inglés. Se encuentra situada en la mitad justo del paseo
teniendo unas vistas maravillosas de las dos playas, de la Concha y de Ondarreta, de la bahía y
de la isla. Llego al final del paseo y como tengo proyectado ir al
monte Igeldo otro día me vuelvo ya a la pensión. Son las 8 de la
tarde y me encuentro un poco cansado. Llego a la pensión descanso un
rato y de noche salgo a dar una vuelta por los alrededores de la
pensión, entro en varias tabernas en las que ceno de pinchos y me
tomo un par de cervezas.
Me despierto algo tarde, pero no
importa, hoy lo voy a dedicar a ir al casco antiguo y a ver si puedo
algún que otro museo. Inicio la caminata y me encuentro con la
Catedral del Buen Pastor abierta, con lo que decido hacer la primera
parada para ver su interior. El interior de la Catedral es muy
sobrio, nada se parece a catedrales más góticas del sur y centro de
España. Pero me llevo una grata impresión de ella. Lo que si tengo
que destacar es la torre que no deja de tocar sus campanas en las
horas puntas del día. Se pueden escuchar desde las habitaciones de
la pensión.
Sigo caminando y me encuentro con
los jardines Alderdi Elder en donde se encuentra en el frente el
ayuntamiento. El ayuntamiento es el antiguo casino de juegos de
estilo ecléctico construido en 1882 y que después de la prohibición
del juego en los años 20, se convirtió en casas consistoriales. El
edificio es muy bonito y refleja una época brillante de la ciudad,
la belle epoque. Por unos arcos entro en la zona antigua de la
ciudad, recorro sus callejuelas y me encuentro con el puerto de
pescadores y el paseo que bordea el monte Urgull, que se llama el
paseo de los curas, y que en su parte más alta se encuentra el
Castillo de La Mota, pieza defensiva de la ciudad en la edad media,
construido en el siglo XII por el Rey Sancho. Paseo un rato por el
mismo, pero no subo al castillo. Llego hasta la estatua llamada
“Construcción Vacia” de Jorge Oteiza, es un símbolo de esta
ciudad pero a mi me deja algo frío.
Regreso sobre mis pasos hasta que me
encuentro con la entrada al casco antiguo de la ciudad. En sus
callejuelas se esconden muchas tabernas y restaurantes que le hacen
tener un ambiente de lujo. Queda poco para el almuerzo y antes de
entrar en alguna de ellas me dedico a ir hacia la parte alta del
casco en la que me encuentro la basílica de Santa María, construida
sobre una iglesia románica con la fachada principal barroca en la
que destaca la figura de San Sebastian. En ella se encuentra la Cruz
de Chillida y la imagen de la virgen del Coro. Me gustó la visita a
la basílica. Continuo caminando por la calle 31 de Agosto, calle
símbolo de la ciudad y en donde se encuentran la mayoría de las
tascas y restaurantes. Llego a la plaza de la Constitución, antiguo
lugar en donde se celebran todas las fiestas locales. Y me paro en un
asador que se llama Beti-Jai en donde me paro para almorzar.
Buenísima chuleta de buey que pido. Sería un pecado resistirse ante
la calidad de la carne en todo el país Vasco, así que disfruto de
un gran almuerzo.
Para reposar el almuerzo entro en la
Iglesia San Vicente, una pequeña iglesia de estilo gótico y la más
antigua de la ciudad, siglo XVI, en donde destacan sus bóvedas y
contrapuntos. En su interior se encuentra el cristo crucificado de
Felipe de Arizmendi. Una vez visitada el interior de la iglesia me
dirijo al Museo de San Telmo, antiguo convento dominico del siglo
XVI, en donde hay pinturas de Ignacio de Zuloaga y una exposición
sobre José María Sert y otra dedicada a otra visión de imágenes
religiosas que se llama “Figuras de la Exclusión”. Ésta última
me sorprende ya que se basa en la figura de Satán. Me ha parecido
muy interesante la visita a este museo. Lo recomiendo.
Al salir está cayendo una tromba de
agua, y decido regresar caminando hacia la pensión ya que no es
posible sacar fotos ni pasear por las calles. Al llegar cerca del
ayuntamiento me encuentro con una cola en un edificio que me llama la
atención. Son las 8 de la tarde, y descubro que la cola es para un
teatro (Teatro Principal) y se va a representar una comedia. En un
segundo decido comprar una entrada y ver la obra de teatro. Se trata
de una comedia, dirigida por Javier Veiga, e interpretada por él
mismo, Fele Martínez y Marta Hazas que se llama “Amigos hasta la
muerte”. Se trata la relación entre dos amigos de toda la vida
(Fele y Javier) que se disputan el amor de Marta en un triángulo, en
donde el papel del villano corresponde a Fele y el papel del tonto a
Javier. Está entretenida, me ha gustado la interpretación de Fele
Martínez, y yo le cambiaría el final ya que termina con un fin algo
pasteloso.
Al salir ceno en una taberna unos
pinchos y me voy a la pensión a descansar, ha sido un día muy largo
pero espléndido.
Hoy toca la visita al monte Igeldo y
subir al funicular que lleva hasta la cumbre del monte. Así que
paseo por el paseo marítimo de La Concha y paso el túnel que separa
las dos playas de Donosti. Llego a las inmediaciones del funicular y
saco el pasaje para subir al monte. En el monte Igeldo se encuentra
un parque de atracciones, que aunque es una atracción turística de
la ciudad, a mi me atrae más las vistas que disfrutas desde los
miradores. Son impresionantes, se ve toda la bahía, la isla, las
playas y toda la ciudad. Es algo asombroso, no dejen de disfrutar de
estas vistas. Estoy un buen rato contemplando los paisajes, me monto
en una atracción, el tunel del terror (un clásico) y almuerzo de
menú en su bufete. Paso un rato muy agradable. Cuando regreso del
monte, decido ir a ver las obras de Chillida que se encuentran en la
punta del paseo del monte, llamadas “El peine del viento”. Regreso a la pensión y descanso un
rato. Salgo a cenar en una taberna a base de pinchos y termino el día
y casi el viaje.
Por la mañana doy un paseo por el
centro de la ciudad, viendo el Teatro Victoria Eugenia de
construcción neoplateresca, el Hotel María Cristina, la estación
del norte, puente de Santa Catalina, el barrio romántico de Donosti.
No tengo mucho tiempo para disfrutar de esta parte de la ciudad ya
que tengo que coger la guagua que me lleve al aeropuerto para coger
el avión de regreso a Málaga. Pero es un motivo para volver a esta
ciudad que me ha encantado. Y más cuando se está preparando para
ser capital de la Europa Cultural del año 2016. Voy a estar atento a
las atracciones culturales que están planificando y regresaré a la
ciudad para disfrutar de algún acto cultural y de esta maravillosa
ciudad.
Fotos: Vista de Donosti desde Monte Igeldo; Catedral del Buen Pastor; Palacio de Miramar; Ayuntamiento (antiguo Casino); Calle 31 de Agosto; Mirador en Monte Igeldo.
Líneas Aéreas: Helitt.
Hola. Buscando fotos sobre Donosti he encontrado tu blog, y como donostiarra que soy no he podido resistirme a leer lo que has escrito sobre tu viaje a mi ciudad. Jejeje! Me alegro de que te gustara y te hayas quedado con ganas de volver. Lo único quería aclararte alguna cosilla, para que tengas la información correcta y por si quieres corregirlo. La localidad donde está el aeropuerto se llama Fuenterrabía. Easo es como también se denomina a la ciudad (San sebastián, Easo, Donostia). El museo de Chillida leku al que haces referencia actualmente está cerrado, pero estaba en la localidad de Hernani, no sé si lo llegaste a ver. Lo que hay a los pies del monte Urgull es, como bien has dicho, el peine del viento. Por lo demás veo que estás muy bien informado ;) Ah, una última cosa, si vuelves a la ciudad y vuelves a subir al Monte Igeldo te recomiendo montar en la montaña suiza; es única en el mundo y la original de su época. Un saludo y que sigas disfrutando de tus viajes!
ResponderEliminarQuerido amigo anónimo.
EliminarTe agradezco tus puntualizaciones. Ya están corregidas en el post y te pido disculpas.Un saludo.