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Cascada Cola de Caballo - Parque Natural Monasterio de Piedra |
Comienza una nueva escapada por
España. Es esta ocasión nos espera las tierras de Aragón, la
tierra de las Jotas, la Pilarica y su centro histórico en donde
destaca el tubo, cuatro callejuelas llenas de tabernas en donde se da
culto a la gastronomía de estas tierras. En esta ocasión me
acompaña una amiga, Lourdes. Que he tenido la oportunidad de
volverme a encontrar con ella, y de lo cual me siento muy contento.
Lourdes es otra viajera empedernida como yo, y que nos gusta ver y
disfrutar de lugares de todo el mundo, sus culturas, costumbres
gastronómicas, aparte de otras actividades que también tenemos en
común. Vamos en su coche que es automático, es la primera vez que
conduzco un automático, con lo que le tengo algo de respeto al
coche. No estoy acostumbrado a conducir este tipo de coches.
Salimos de Málaga por carretera y
vamos a realizar el recorrido de ida en dos etapas. La primera será
hasta Madrid o sus cercanías. Pararemos a hacer noche en algún
hotel de carretera que veamos limpio, bueno y barato. Y ya mañana
iremos hacia el sur de la provincia de Zaragoza, para ver el
Monasterio de Piedra y su inmenso parque natural que le rodea.
Hemos llegado a Alcalá y hemos
visto un Hotel Ibis, hoteles de tres estrellas normalmente situados
en las entradas a las ciudades que son limpios, cómodos y baratos.
Ahí hemos pasado la noche, después de cenar una ensalada y unos
bocatas que ha traído Lourdes desde su casa.
Después de desayunar en el hotel
nos hemos puesto en camino para llegar al Monasterio de piedra.
Después de dos horas de autopista hemos llegado al Monasterio. Es
las once de la mañana y compramos la entrada combinada para el
Monasterio y el parque.
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Parque Natural Monasterio de Piedra |
Lo primero que visitamos es el
Parque natural. El parque natural, entre otras cosas, es una reserva
de aves rapaces. Al comienzo del parque te hacen una foto con un
Halcón. Nos adentramos en el parque y hacemos todo el recorrido por
las diversas instalaciones que tiene el parque. El parque tiene un
ecosistema basado en el agua, bosques de árboles gigantescos,
piedras y rocas esculpidas por el agua, grutas y galerías, cascadas
de agua impresionantes (como la cola de caballo), lagos (en donde se
cultiva la trucha), etc. Me sorprende la “Cola de Caballo”, una
gigantesca cascada de agua de 50 metros que baja desde lo más alto
del parque con una fuerza bestial, lago del espejo, la “Peña del
Diablo”, “La Cascada Trinidad”, “Los Chorreaderos”, “La
Gruta Iris” (gruta que envuelve la Cola de Caballo). La verdad es
que el parque es algo maravilloso, te da la oportunidad de disfrutar
del bosque, con su diversa vegetación, los cantos de los pájaros,
los lagos en donde se cultiva la trucha, te da la oportunidad de
disfrutar de la Naturaleza. Lo único que no vimos fueron las aves
rapaces, ya que nos perdimos la sesión de exhibición que realizan
en el parque. Destacar también la piscifactoría en el lago natural
de truchas, ha sido una apuesta importante del parque por la
regeneración y estudio de esta especie de agua dulce, que estaba
desapareciendo de los ríos de la comarca. Decir que estamos en la
comarca de Calatayud, en donde hay una tradición vitivinícola
importante. Dentro del monasterio está el museo del vino de la
Denominación de Origen, que visitaremos esta tarde.
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Parque Natural Monasterio de Piedra |
Tengo que comentar que el sendero
que hicimos habrá sido de unos cuantos kilómetros, no se cuantos
han sido pero ha sido una caminata considerable. He tenido que
realizar algunas paradas que otras por el cansancio acumulado en las
subidas, por las escaleras. Caminar por llanos y bajadas no ha sido
problema para mi, pero las cuestas tengo que reconocer que me cuesta
bastante. Destacar la paciencia que ha tenido conmigo Lourdes al
esperarme y descansar un momento en cada subida. Dentro del parque
hemos estado unas cuantas horas, hasta que ha llegado el momento de
almorzar. Hemos almorzado de menú en uno de los restaurantes que
tiene el parque. Comimos bien, sin grandes aspavientos pero bien.
Por la tarde ha tocado la visita al
Monasterio. Monasterio que fue habitado por los monjes Cistercienses.
Visitamos el claustro románico, la sala capitular con sus bóvedas y
columnas románicas, La Torre del Homenaje, vimos el tríptico
relicario del siglo XIV y el altar barroco del siglo XVIII, así como
visitamos los dos museos, el museo del vino así como el museo del
chocolate (antiguamente la cocina monacal). La visita ha sido guiada
aunque íbamos un grupo bastante numeroso de personas, me ha
resultado muy interesante. El final de la visita es la Abadía del
Monasterio (hoy en ruinas). Destacar el museo del vino por los
diversos aperos e instrumentos antiguos que usaban los monjes, así
como la caldera horno del museo del chocolate, en donde tostaban el
grano los monjes. Una vez terminada la visita, regresamos al coche
para seguir ruta hasta Zaragoza, nuestro destino final.
Llegamos ya casi las 8 de la noche a
Zaragoza, el hotel nos costó un poco encontrarlo. Está un poco
retirado del centro histórico de la ciudad a 20 minutos caminando,
pero bien comunicado. Es un NH, se llama el NH Orús y está
bastante bien tanto de precio como las instalaciones. Las
habitaciones un poco pequeñas, pero el baño bastante grande y bien
equipado. Cenamos en un restaurante de los alrededores del hotel y a
descansar que mañana empieza la visita al centro histórico de la
ciudad.
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Plaza del Pilar |
Después de desayunar en una
cafetería cerca del hotel, nos dirigimos paseando hacia el casco
antiguo de la ciudad. No está muy lejos, a unos 15 minutos caminando
más o menos. Llegamos a la calle Alfonso I, calle comercial del
centro histórico de la ciudad. Al final de la Calle Alfonso I se
encuentra la Plaza del Pilar. Lo primero que te encuentras es con la
Basílica del Pilar, (hablaré más tarde de ella). Justo al lado de
ella a su derecha, se encuentra el Ayuntamiento, edificio
renacentista en la que destaca los aleros aragoneses y las estatuas
de San Valero y el ángel de la ciudad del escultor Pablo Serrano.
Justo al terminar este edificio se encuentra la estatua de Francisco
de Goya. Y detrás justo de la estatua de Goya se encuentra La Seo
(Catedral), (hablaré más tarde de ella). Enfrente justo de la
estatua de Goya se encuentra el Centro de interpretación de la
Zaragoza Caesaraugusta, la Zaragoza Romana. Si nos vamos a la parte
izquierda de la plaza, nos encontramos con la Lonja, de estilo
renacentista, y enfrente justo la Fuente de la Hispanidad. Detrás de
ella se encuentra el Torreón de la Zurda, torre que fue edificada
sobre la muralla romana, siglo II y III d.c., que todavía se
conserva. Justo en los alrededores se encuentra el Mercado Municipal.
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Foro Romano |
Decidimos entrar en el centro de interpretación y ver los restos de los 4 monumentos Romanos que se encuentran en la ciudad. Comenzamos con la visita al Museo del Foro Romano. El
Foro es el centro neurálgico de la vida en una ciudad romana: es el
principal lugar de reunión donde se desarrolla la vida
político-administrativa, económica y religiosa. El recinto forense
se organiza a partir de un gran espacio abierto, rodeado de uno o
varios pórticos circundantes, en torno al cual se distribuyen los
edificios más significativos: la Curia, dedicada a usos políticos y
administrativos; la Basílica, donde se resuelven asuntos jurídicos;
y el Templo principal de la ciudad. Junto a ellos están las
tabernas, locales dedicados a usos comerciales, y seguramente habría
otros edificios relacionados con la administración (archivos,
acuñación de moneda, etc.). Este conjunto monumental se completa
con diversos elementos ornamentales (aras para sacrificios, estatuas
honoríficas, arcos de triunfo, etc.) de los que en el caso de
Caesaraugusta se conocen algunos a través de su representación en
las monedas de la ciudad.
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La Seo |
Como
La Seo tiene un horario reducido, antes de ir al Museo del Puerto
Fluvial, segundo monumento arquitectónico romano, decidimos entrar
en La Seo. Justo al lado de La Seo se encuentra el palacio
Arzobispal, de estilo neoclásico. La Seo, Catedral de San salvador
es la primera catedral cristiana de Zaragoza, se levanta sobre el
mismo espacio que antes había ocupado el templo romano del foro, la
iglesia visigoda y la mezquita mayor musulmana. A finales del siglo
XII, se inician las nuevas obras que siguen las pautas artísticas
del románico tardío, con elementos que se habían desarrollado en
la catedral de Jaca. El templo se amplía a finales del siglo XIV, de
acuerdo con el nuevo espíritu del gótico. Testimonio de esta época
son los ábsides superiores y el muro de la Parroquieta, obra cumbre
del mudéjar zaragozano. Este muro cierra la capilla de San Miguel,
construida por encargo del arzobispo Lope Fernández de Luna como
capilla funeraria; en su interior guarda el sepulcro en alabastro del
prelado y una espléndida techumbre de madera dorada. La parte
superior del ábside central fue levantada a comienzos del siglo XV
gracias al mecenazgo del Papa Luna. La Seo adquiere sus dimensiones y
aspecto definitivo en el siglo XVI, bajo el arzobispado de Don
Hernando de Aragón. A esta etapa corresponde el cimborrio,
constituye una valiosa muestra del arraigo de la tradición mudéjar
en nuestra región. Las últimas intervenciones que completan su
fisonomía exterior son la torre barroca y la portada clasicista,
construidas en los siglos XVII y XVIII. En el interior destaca el
Retablo Mayor, obra representativa del gótico europeo realizada en
el siglo XV bajo el patrocinio del arzobispo don Dalmau de Mur. El
conjunto, obra de los escultores Pere Johan y Ans Piet d'Anso, sirvió
de modelo para numerosos retablos posteriores, entre los que hay que
señalar el Retablo Mayor del Pilar.
Justo
al lado del Palacio Arzobispal se encuentra el Arco y Casa del Deán.
Constituye uno de los rincones más emblemáticos y bonitos de la
ciudad. Su origen se sitúa en el s. XIII, cuando se planteó llevar
a cabo una construcción que comunicase la catedral con la nueva casa
del deán, cabeza del cabildo después del prelado. El arco actual,
muy restaurado, responde a la reforma realizada en el s. XIV, siendo
lo más sobresaliente de esta obra el mirador, con ventanales de
tracería gótico mudéjar. También pudimos ver los exteriores del
Palacio de la Real Maestranza de la Caballería, antigua casa Don
Lope, de estilo renacentista.
La
siguiente visita fue al Museo Fluvial Romano, después de tomarnos
unas tapas muy ricas en un Bar cerca de La Seo que se llama “El
Boquerón” y en otra tasca que no recuerdo el nombre. En época
romana, el río Ebro era navegable desde Dertosa (Tortosa), donde
existía un puerto mixto marítimo y fluvial, hasta Vareia (la actual
Logroño), y a lo largo de sus orillas se desarrollaba un intenso
comercio que favoreció la aparición de puertos fluviales en varias
ciudades. De ellos, el de Caesaraugusta era el principal enclave
redistribuidor en el centro del valle tanto de mercancías
procedentes del interior (trigo, madera, hierro, pieles, lino, etc.)
como de la costa (vino, salazones, cerámicas, mármoles, joyas,
etc.). Situadas en el ángulo nordeste del foro, las instalaciones
portuarias se extendían por la orilla derecha del río, aprovechando
el carácter tranquilo de las aguas en esta zona. Estas instalaciones
contaban con un gran edificio, probablemente destinado a funciones de
almacenaje entre otras, que se abría al río por una bella fachada
de arquerías. Desde esta arquería se accedía a un vestíbulo que a
través de una escalinata comunicaba las instalaciones portuarias con
el recinto del foro.
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Las Termas Romanas |
Al
salir del museo fluvial, fuimos directo hacia el tercer monumento del
romano, el Museo de las Termas. En 1982-1983, durante los trabajos de
regularización del trazado de la C/San Juan y San Pedro, se
localizaron los restos de una gran piscina perteneciente a unas
termas romanas de carácter público. El conjunto se amplió en 1990
con el descubrimiento de unas letrinas de una fase anterior. Las
termas públicas se localizaban en el centro de Caesaraugusta, en el
espacio existente entre el Foro y el Teatro. De las diversas salas
con que contaban estas instalaciones: vestuarios, salas calientes,
templadas y frías, gimnasio, etc. sólo se conservan restos de unas
letrinas con capacidad para más de 20 personas (utilizadas todavía
a finales del siglo I a.C.) que fueron derribadas para construir, a
mediados del siglo I d.C., sobre ellas una gran piscina porticada en
la que se podía nadar al aire libre.
Una
vez salimos de las termas, dimos un paseo por la avenida que bordea
el Río Ebro, y pudimos ver el Puente de Santiago y el Puente de
Piedra. El puente de piedra es el puente más antiguo que se conserva
sobre el río Ebro. De estilo gótico, siglo XV, ha sido restaurado
en numerosas ocasiones debido a las crecidas del Ebro; de las últimas
remodelaciones, destacan los cuatro leones de bronce, obra del
escultor Francisco Rallo que se han colocado en sus extremos. Después
de este día lleno de visitas interesantes, decidimos ir al hotel a
descansar un rato para salir a cenar en las tascas del famoso “Tubo”
en el casco antiguo de la ciudad.
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Taberna Doña Casta-El Tubo |
El
tubo son cuatro calles peatonales estrechas en donde se concentran
casi todo las tascas de la ciudad, se llena de gente. Es la zona más
famosa y populosa de la ruta gastronómica de la ciudad. En ellas
pudimos entrar en dos porque ya nuestros estómagos no podían más.
Entramos en una que tenía unos croquetones exquisitos y unos
revueltos para resucitar a un muerto, se llama “Doña Casta”, muy
recomendable.
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Patio de La Aljafería |
El día comienza bien, algo soleado y parece que no va a llover como ayer. Desayunamos y nos vamos caminando hacia nuestro destino, la Aljafería, monumento declarado Patrimonio de la Humanidad. Es
uno de los monumentos más importantes de la arquitectura
hispano-musulmana del siglo XI. Aunque el edificio ha sufrido
sucesivas reformas, podemos pasear entre sus bellos pórticos
ajardinados del Patio de Santa Isabel, por el Salón Dorado y el
Oratorio. Del periodo posterior a la Reconquista destaca el palacio
mudéjar de Pedro IV, así como la capilla de San Martín. La reforma
más importante desde el punto de vista artístico es la realizada
por los Reyes Católicos en 1492. El palacio fue desde 1485 sede del
Tribunal de la Inquisición, incluidas sus cárceles y
acuartelamientos de tropas de 1706 en adelante. Parte de sus
dependencias son en la actualidad sede de las Cortes de Aragón. Cabe
destacar la Torre del Trovador, fechada en el siglo IX, en la que
Verdi sitúa la acción de su famosa opera, Il Trovatore.
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Casa del Amparo |
Lourdes
no se encuentra muy bien y decide ir un rato al hotel a descansar,
mientras yo me dirijo al casco antiguo para ir al Museo Camón Aznar,
que se encuentra en la casa palacio del Infanzón Jerónimo Cósida,
en donde se encuentra una sala completa dedicada a Goya. Llego a la
Plaza Europa en donde se encuentra el obelisco. Paso por la Plaza
Santo Domingo en donde se encuentra el Teatro del mercado, en
restauración en este momento. Continuo caminando y me encuentro con
la Casa de Amparo, de estilo clasicista, fue un edificio hospital que
se dedico a recoger personas indigentes. Llego al Mercado Central que
se encuentra en la Avenida César Augusto en donde se encuentra las
murallas romanas y la Torre de la Zurda. Continuo por calle
Manifestación y me encuentro con la Iglesia de Santa Isabel de
Portugal, de donde está empezando a salir una procesión. Continuo
por la misma calle, y me encuentro con varias casas de personajes
importantes, entre la que destaca la Casa de José Martí Pérez,
Héroe de Cuba, que estudió en la Universidad de Zaragoza en una de
las veces que fue deportado de Cuba.
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Monumento a Goya-Plaza del Pilar |
Llego
al Museo de Camón Aznar, en donde se encuentra una exposición
específica sobre Francisco de Goya. De estilo Renacentista, el
edificio es un antiguo palacete, muy bien restaurado. Dentro está
una planta dedicada a pintores aragoneses de paisajes y retratos.
Pero lo importante se encuentra en la sala dedicada a Goya y a sus
cinco series de grabados. En el museo se muestran todas las grandes
series que Goya grabó desde 1778 hasta 1825: Copias
de Velázquez (1778),
Caprichos
(1799), Desastres de la
guerra (1810-1815),
Tauromaquia
(1816), Disparates
(1816-1820) y Toros de
Burdeos (1824-1825). Cada
una de las series constituye un hito en el proceso de investigación
y de creación dentro de este arte, en un afán de constante
superación artística y de apertura a la modernidad. Goya es una de
las grandes figuras del grabado, no sólo por razones técnicas sino
también por razones temáticas. Domina todas las técnicas de
grabado de su época: el aguafuerte, el aguatinta, la punta seca,
llegando a converger varias de estas técnicas en una misma estampa.
En 1825, con setenta y nueve años, experimenta con una técnica
nueva: la litografía. Pero su genialidad estriba en la completa
compaginación y perfecta adecuación de la técnica con el
contenido. El grabado es la válvula de escape de los pensamientos y
sentimientos de Goya. Es la forma más directa y democrática de
conectar con sus contemporáneos, con lo que logra sacar al grabado
del anquilosamiento que sufría en el siglo XVIII. Me gustan mucho
las series Caprichos, Desastres de la guerra y Disparates.
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Cúpulas Basílica del Pilar |
Después
de al visita al Museo, me he encontrado de nuevo con Lourdes y hemos
ido al Tubo a tomar unas tapas y unas cañas, hay que reponer
fuerzas. Caminamos la Calle Alfonso I y llegamos a la Plaza del Pilar
que es nuestro próximo destino, para ver la Basílica. La Basílica
del Pilar es uno de los santuarios marianos más importante del
mundo católico, al que llegan anualmente miles de peregrinos. Es
también un centro artístico de primer orden que reúne obras de gran
valor y de diferentes épocas, especialmente los frescos pintados por
Goya. La construcción de la actual Basílica del Pilar está
íntimamente ligada al aumento de la devoción mariana a lo largo del
siglo XVII. El anterior edificio gótico-mudéjar se queda pequeño
ante el creciente número de fieles y se hace necesario levantar un
nuevo templo grandioso y monumental, más acorde con el nuevo
espíritu triunfante de la Iglesia de la Contrarreforma y con la
recién adquirida categoría de concatedral. La fisonomía actual del
Pilar es el resultado de un largo proceso constructivo que se inicia
con el proyecto del zaragozano Felipe Sánchez, revisado
posteriormente por Herrera el Mozo, arquitecto de Carlos II. La
intervención del arquitecto real Ventura Rodríguez a partir de 1750
fue decisiva: renueva la decoración interior según las nuevas
corrientes clasicistas de la época y diseña la Santa Capilla y el
Coreto, y remodela el trazado exterior con cúpulas añadidas a la
central -que en un principio se había pensado que iba a ser la
única- y torres que no se terminarán hasta mediados de nuestro
siglo.
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Teatro Romano |
Nos
falta la última visita a los Museos Romanos, el teatro, al cual nos
dirigimos. Situado en una zona urbanística privilegiada, en
alineación con las Termas y el Foro, fue comenzado a edificarse en
época de Tiberio, aunque se concluyó posteriormente. Decayendo
irremisiblemente en el siglo III, momento en el que comienza a ser
expoliado sistemáticamente. Sin embargo, y pese a se abandonado como
edificio de espectáculo, sus ruinas se reutilizaron tempranamente,
albergando casas en todas las etapas históricas, siendo testimonio
oculto y enmascarado de la vida de los zaragozanos hasta el siglo XX.
Regresamos
al hotel a descansar un rato y salimos a cenar a una cafetería
restaurante cerca del hotel, así que se ha acabado la escapada por
tierras de Aragón.
El regreso ha estado muy tranquilo,
han sido más de 800 kilómetros que hemos hecho con unas cuantas
paradas. Lo que más me ha gustado de la escapada ha sido la visita
al Monasterio de Piedra, su parque natural es impresionante, la
mezcla en Zaragoza de la modernidad con el casco antiguo y sus
palacios y diferentes culturas que han pasado por estas tierras. Y lo
que me ha encantado es volver a retomar la amistad con Lourdes. Hacia
mucho tiempo que no nos veíamos, ni realizábamos ningún viaje
juntos, y me ha gustado mucho poder retomar esa amistad. Pase lo que
pase, el mundo da muchas vueltas y es posible que volvamos a
separarnos, pero lo que estoy seguro es que si nos necesitaremos en
un futuro, ahí estará el uno para el otro.
Fotos: Cascada Cola de Caballo; Parque natural Monasterio de Piedra (2 fotos); Plaza del Pilar; Foro Romano; La Seo; Termas Romanas; Tasca La Casta; Jardines Alfajería; Casa de Amparo; Monumento a Goya; Cúpulas Basílica del Pilar y Teatro Romano.
Nota: La información de cada monumento está sacada de la página web de Turismo del Ayuntamiento de Zaragoza, que te invito a visitar pinchando el siguiente enlace: Página web Zaragoza Turismo.
¡Qué pasada de viaje, Ricaro! Las fotos son impresionantes! Tierra de mi bisabuelo: qué hermosa es! ^_^ Besos!!
ResponderEliminarPues no te digo que no, son tierras muy hermosas. Y los aragoneses son gente muy hospitalaria. La verdad es que me lo pasé muy bien.
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