viernes, 18 de abril de 2014

Ciudades Europeas. Tour por Rumanía-Transilvania, Bucovina, Sighisoara, Brasov, Sinaia y Bucarest. Junio 2013.

Comienza un nuevo episodio por ciudades de Europa, un tour que me llevará esta vez a conocer las tierras de Rumanía, perteneciente al antiguo Imperio Romano y años más tarde al Imperio Otomano, sin olvidar su etapa de pertenencia a los países de detrás del telón de acero, países comunistas del éste Europeo. 

Los vuelos han sido con Alitalia con escala en Roma (Fiumiccino). Empezamos mal, para no romper la norma de Alitalia. Hay un retraso de una hora y cuarto sobre el horario previsto. Parece ser que en Fiumiccino ha habido un aterrizaje de emergencia, según nos informa la chica que me atiende en los mostradores de facturación. No me fío ni un pelo, Alitalia es una de las peores compañías aéreas con la que he volado y Fiumiccino es uno de los aeropuertos más caóticos que he visto. No creo que me afecte más de lo debido, ya que el vuelo de Roma a Bucarest tiene prevista la salida a las 9 de la noche. Tengo tiempo más que de sobra para que se normalice la situación en el aeropuerto, y no creo que pierda la conexión. Llegaré a Roma sobre las 5 y media de la tarde más o menos. En el aeropuerto de Málaga almuerzo en el Pizza Hut, dos trozos de pizza y un refresco. Espero pacientemente la salida para Roma.

Al final han sido dos horas de retraso. Hemos salido a las 4 de la tarde. Menos mal que el vuelo para Bucarest sale a las 9 de la noche y hay tiempo de sobra para que se normalice todo. Al llegar a Fiumiccino me encuentro con muchas demoras en los vuelos, algo de lío en las pantallas indicadores de las puertas de embarque, mucha gente yendo de un lado a otro deprisa y larguísimas colas de personas en los mostradores de atención al público. Me he ido a comprar una coca-cola, y esperar que se libre un poco las pantallas. Veo mi vuelo a Bucarest, no tiene retraso, pero está en una terminal distinta y tengo que recorrer mucho aeropuerto. Al llegar control de pasaporte, otra cola inmensa. Uuuuuuyyyys, que yo me la salto, soy ciudadano de la Unión Europea. No tengo a nadie delante, paso el control en dos minutos. Y ahora escribo en una fría sala de la terminal, vieja y sin ningún tipo de infraestructura. Son vuelos a países de la zona Bucarest, Sofía, Estambúl, etc. La verdad es que podrían meterle mano y arreglarla, está muy desangelada.

Llegada a Bucarest a la una de la madrugada. El transfer me espera ya que soy el último en llegar del grupo. Me dirige al Hotel, es el Golden Tulip Times, un cuatro estrellas, muy bien equipado y con habitaciones cómodas y espaciosas. La cama es dura y cómoda, los baños limpios y bien equipados con todos los utensilios. Recomendable. Después de servirme una cena fría a base de sándwich y papas fritas, a descansar que mañana empieza el tour.

Casa del Pueblo Bucarest.
Segundo día del tour. Después de un buen desayuno y de conocer a mis compañeros de viaje, salimos para hacer la visita panorámica a Bucarest. Empieza el tour con la visita a la Casa del Pueblo, construcción inmensa de los años 80, realizada por Ceauşescu para gloria de su régimen. Está situada en una colina también construida como referente para el pueblo. Los materiales son todos sacados del propio país, con mármoles, piedras, etc. No le dio tiempo a Ceauşescu a terminarlo, ya que 5 años después fue derrocado. Pasamos por una de las famosas plazas de la ciudad, llamada con el mismo nombre. Hasta llegar al Hospital Coltec, junta a ella se emplaza una iglesia de mismo nombre. Es una construcción clásica que sirvió como institución privada antes de la llegada del régimen comunista de Ceauşescu al poder.

Universidad Carol I Bucarest.
Continuamos la visita visitando los edificios de la Universidad Carol I de Bucarest. Llegamos a la Piata Victoriae, céntrica plaza y en donde comienza la vida cultural y política de la ciudad. En la plaza se encuentran los edificios públicos de los ministerios y la sede del gobierno central, con algún museo. A partir de ahí, comienza la calea Victoriae, llamada así gracias a que por esta calle desfilaron los soldados victoriosos de la guerra contra los turcos.

Senado Rumano (Politburó PCR)
Llegamos al antiguo Palacio Real, hoy museo de arte rumano, en la fase final de su restauración, ya que fue un edificio abandonado en la época de Ceauşescu. Enfrente justo se encuentra el actual Senado, en época del régimen comunista de Ceauşescu era la sede del Politburó del Partido Comunista Rumano. Y en donde el 22 de diciembre de 1986, después de las revueltas populares en las diversas ciudades del interior del país, Ceauşescu se asomaba a su balcón para explicarles al pueblo Rumano lo que él pensaba que era una traición contra el Estado. Al ver los abucheos de la gente que estaba concentrada en la plaza, huyó en helicóptero que lo tenía situado en la azotea del edificio conjuntamente con su mujer. Fueron detenidos unas horas más tarde y puestos a disposición de un tribunal popular que lo juzgó y condenó a muerte. El 25 de diciembre, él y su mujer fueron fusilados.

Atheneu Roman Bucarest.
Continuando la calea Victoriae, nos encontramos con el Palacio de Los Teléfonos, el Círculo Militar, la antigua Caja de Ahorros, un edificio con cúpula, muy bonito del clásico siglo XVI y el Museo Nacional de Historia. La calea Victoriae termina en la plaza de las Naciones Unidas, que se encuentra muy cerca de la Plaza de la Constitución. De ésta sale la calle La Unión, que está dedicada a la unión de los pueblos rumanos, por eso hay en ella 40 fuentes que simbolizan a cada uno de los 40 pueblos que decidieron unirse confirmando la nación rumana actual. Llegamos a la Colina del Patriarcado, en donde se encuentra la iglesia con el mismo nombre. Sede del patriarca de la iglesia católica ortodoxa rumana. La iglesia es sobria y con los iconos sagrados de los ortodoxos. Es horario de culto con lo que no podemos hacer fotos del interior.

Museo de la Aldea Bucarest.
Paseamos un rato por el centro histórico de la ciudad, visitamos la Iglesia de Santa Francisca y diversas calles peatonales con bares y terrazas en donde se une la juventud para su diversión, hay un buen ambiente. Seguimos la visita con la visita al edificio del Antiguo Tribunal de Justicia. Hacemos la parada para visitar el “Museo de la Aldea”. Viviendas representativas de las 40 aldeas que componen Rumanía, fueron trasladadas a este espacio para exhibición y respeto a la tradición arquitectónica de las mismas. Es un museo curioso. La guía correo sólo nos ha hecho una breve reseña de lo que íbamos a ver, ha faltado las explicaciones de una guía local que sepa de donde procede cada vivienda y sus características.

Pasamos por el parque Chismichiu (los fontaneros) un gran parque de inspiración romántica. Y por la “casa de la llama” o de la prensa libre, hoy sede de los periódicos de tirada nacional más importante. Llega la hora del almuerzo, el menú a base de ensalada de primero, con carne de cerdo con puré de papas de segundo y helado.

Cúpula Pantocrator Iglesia Patriarcado. Colina Patriarcado. Bucarest.
Salimos para Tulcea, son cerca de 350 kilómetros que nos llevarán a hacer 4 horas y media en autobús. Yo necesito descansar, lo que aprovecho para dormir un rato. Después de la parada me dedico a ver los parajes inmensos de las llanuras de este país que están llenas de tierras de cultivo, sembradas con papa, millo, trigo, cebolla, remolacha y vid. Son plantaciones inmensas, y yo decía que “ancha es Castilla”. Me acuerdo los mismos paisajes en Polonia y en República Checa. Me llama la atención, es un país agrícola importante. Le debe dar una gran riqueza si exportan estos productos al resto de Europa. Todo el paisaje del viaje es mezcla de bosque con llanuras dedicadas al cultivo.

Atardecer en Tulcea.
Llegamos a Tulcea, es un pueblo marinero que esta en expansión por el turismo. Está en el Delta del Danubio y a esta riqueza ecológica me referiré mañana cuando la visitaremos. Nos alojamos en el Hotel Delta, un cuatro estrellas también muy cómodo y de habitaciones amplias, muy bien surtido de equipamiento, con spa y piscina climatizada. Solo nos da tiempo para contemplar un precioso atardecer en las terrazas del hotel que da al paseo marítimo del Río. Cenamos a base de bufete y después toca caminar un poco por el paseo marítimo. Amena charla sobre Bankia y la crisis financiera con Paco y Florentino. Y a descansar que mañana tendremos un bonito día de tour.

Delta del Danubio Tulcea.
Tercer día del tour. Después de desayunar comienzo un día que creo que se presenta de los mejores del tour. Es la visita en barco por el Delta del Danubio. El Delta del Danubio es una superficie de 799.000 hectáreas donde el mar Negro y el Danubio se funden en un vergel, auténticamente un paraíso. Declarada Reserva mundial de la Bioesfera y Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 1991. El brazo que vamos a a visitar es el Brazo de Salina, es el más transitado turísticamente. En el Delta habitan más de 3400 especies haciendo una fauna enormemente rica en pelícanos, aves diversas, el gato montés, el visón europeo, aves rapaces como el halcón del Danubio, el águila pescadora, el jabalí, la carpa, el esturión, etc. También existen 1150 especies vegetales clasificadas como robles, sauces, álamos negros, diversos tipos de nenúfares. Toda esta fauna y flora, crea un ecosistema de dimensiones increíbles con numeroso microorganismos autóctonos así como lagartijas, serpientes y diversas ranas y sapos también autóctonos de la zona.

En el barco antes de zarpar.
El barco sale sobre las diez de la mañana, regresando a las tres y media de la tarde. Son 5 horas y media de travesía en la que podemos disfrutar de este precioso paraje singular. Pero aparte de los sauces, los robles, juncos y vegetación, apenas hemos visto tres o cuatro aves de distintas especies, algún que otro nenúfar, alguna lagartija y sapos y ranas. Pero nos hemos quedado sin ver a la figura de este parque natural protegido, los pelícanos, y menos hemos visto ni serpientes ni jabalíes. De todas maneras el pasear por el río en un barco escuchando el cantar de los pájaros y los ruidos que hacen los diversos árboles al pasar el viento, conjuntamente con la belleza de la flora hacen una visita espectacular, pero podría haber sido única. Le ha faltado esa chispa que le hubiera calificado como visita única, y que gran parte del grupo esperábamos.

En el Delta del Danubio Tulcea.
Tengo que comentar que encima no hemos tenido guía local para realizar la visita, la guía correo nos acompaña pero ella no es guía turística. No hemos tenido ni una sola explicación de lo que estábamos viendo, solo una pequeña charla sacada de una guía turística con los datos de superficie, flora y fauna existente en el Delta. Nos acompaña en el barco un grupo de alemanes, ellos si tienen un guía que les da explicaciones. He llamado a la agencia de El Corte Inglés en España y me he quejado de esto y de lo de ayer. Dicen que se pondrán en contacto con la agencia rumana para resolverlo.

Al finalizar la visita hemos cogido autobus y después de un viaje de casi 7 horas y media, hemos llegado a nuestro destino en Piatra Neamnt. En donde nos espera el hotel. Se llama Hotel Central Plaza, de cuatro estrellas, decorado de una forma muy moderna, sobria y con unas instalaciones espectaculares. También el servicio es muy bueno, las camas excelentes y los bufetes de desayuno muy buenos. Muy recomendable. No quiero lanzar las campanas al vuelo todavía pero los hoteles son espectaculares y valen mucho la pena.

Montes Suceava.
Después de la cena y para bajar un poco la comida toca el paseo por el centro de la ciudad. El Hotel está situado en la avenida principal. Se trata de uno de los asentamientos rumanos más antiguos, datándose de la prehistoria. A estos sitios vinieron los Dacios y Tolomeo lo menciona en sus escritos. Paseando entre sus calles se observa una tradición cultural importante, pasé por el Liceo de Arte Víctor Brauner y en los alrededores había unos músicos tocando en la calle. Por otro lado llegué a una pequeña iglesia ortodoxa, es la Biserica Precista. De regreso al hotel después de un paseo por una ciudad muy bonita, mañana toca un día ajetreado.

Cuarto día del tour. Hoy el día se ha torcido un poco y ha comenzado con un nuevo tropiezo por parte de la agencia de viajes rumana. Hoy supuéstamente íbamos a visitar la ciudad de Suceava, su centro histórico con la iglesia de San Jorge, declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y el patrimonio arquitectónico de esta ciudad residencia de los Príncipes Moldavos y capital de la región de Bucovina. Pero cual ha sido la sorpresa que la guía nos comenta que hoy visitamos dos de los 4 monasterios de Bucovina que teníamos previsto realizar mañana. Y mañana realizaremos la visita de los otros dos restantes. O sea, se han comido la visita a Suceava, les he pedido una explicación y lo que nos comentan es que a nosotros nos han dado el tour viejo en España, y en el nuevo no existe esta visita porque no vale la pena. En ese mismo momento me llaman de El Corte Inglés para ver si se había resuelto lo de los guías locales, y aprovechando la llamada y les cuento el nuevo problema.

La sensación general de muchos del grupo es de cabreo generalizado y a medida que va pasando el día se suceden dos llamadas a diversos miembros del grupo por parte de la mayorista para averiguar que estaba pasando. Al final, mi sensación es que la agencia rumana se está pasando varios pueblos. Por ejemplo como compensación a no tener guía en la visita de ayer, la agencia nos ha invitado a una copa de vino y nos ha pedido disculpas. La explicación no tiene ni sentido ni pies ni cabeza, nos comenta que es que los alemanes son muy exigentes. Y yo me pregunto, ¿como los españoles no lo somos nos toman por el pito del sereno?. Los Catalanes también se quejan a la delegación de El Corte Inglés en Barcelona. Y María José de Madrid le confirma a la mayorista el tema de mis quejas. Así que quedan las cosas algo tensas, porque hay gente que piensa que hay que venir a tragar con lo que te pongan por delante y a disfrutar, en vez de exigir que se cumpla el programa que nos han vendido en España.

Monasterio de Sucevita. Bucovina.
Yendo a los monasterios, por la mañana después de hacer casi dos horas en autobús, llegamos al monasterio de Sucevita. Y por la tarde hemos visitado el Monasterio de Moldovita. Los cuatro monasterios que vamos a visitar fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El primer monasterio que visitamos es el Monasterio de Sucevita, construido entre 1581 y 1601, costeado por la familia Movila, Jeremías y Simeón. Estos reyes gobernaron Moldavia en esos años. En el exterior destaca la pintura llamada “La Escalera de las Virtudes”, que representa la escala del paraíso del abad eremita Juan Clímaco. Cuenta la “ascensión de su alma a la luz infinita” mientras van cayendo almas que no han logrado superar las pruebas de las virtudes. Destaca el orden de los ángeles frente al caos de los infiernos, representado por los demonios. El color del fondo de estas pinturas, y por lo que se le conoce es el verde. Los interiores son también espectaculares destacando las que reflejan la vida de Moisés y algunas figuras del antiguo testamento, Abraham y Sara.

Monasterio de Moldovita. Bucovina.
El segundo monasterio que visitamos es el Monasterio de Moldovita, construido en 1532 por el voivoda Petrus Rares. Conserva el ancho muro y 3 de las 5 torres con la que fue construida. Destacan sobre fondo rojo y los tonos ocres. En el exterior destacan las pinturas de “El árbol de Jesé” y “El asedio de Constantinopla”. Aunque la principal pintura del exterior es “el Vía Crucis” de Jesús. En el interior al estar dedicada a la Anunciación de la Virgen María, está todo dedicada a este hecho y a la Crucifixión.

Frescos exteriores Monasterio de Moldovita. Bucovina.
Todos los monasterios en su interior se encuentran el calendario Juliano dividido en dos partes en la primera estancia se encuentra desde Julio a Noviembre y de Diciembre a Junio en la segunda. En la cúpula central de cada monasterio se encuentra la figura del Pantocrator. Y diversos elementos comunes, como son los iconos de Jesús y la Virgen y el Niño. No existen muchas diferencias entre las dos ramas del cristianismo, el católico y el ortodoxo. En lo que si existe una enorme diferencia es la sencillez con la que están adornados las iglesias ortodoxas frente a las católicas y la ostentación con la que la jerarquía católica vive frente a la modestia con la que viven monjas, monjes y popes de la iglesia ortodoxa.

Huevos de Pascua pintados típicos Moldavia.
Después de un par de horas de autobús llegamos al hotel. Se trata del Best Western Bucovine Hotel, en Gura Humorolui, un cuatro estrellas pero sin dudarlo al que se le han extraviado dos con el paso del tiempo. En nuestro país sería un dos estrellas y siendo generosos. Parece que los problemas que han surgido han desaparecido porque según nos comenta la guía correo que llevamos, Flor, mañana haremos la visita a la ciudad de Suceava que hoy se ha comido la agencia rumana que gestiona el viaje.

Después de cenar doy una vuelta por los alrededores del hotel en el centro de la ciudad, me encuentro con una coqueta y pequeña iglesia católica, más adelante hay otra más grande pero ortodoxa se llama Biserica Arhangheli Mihail y Gavril (Arcángeles Miguel y Gabriel). Y muy cerca de ésta me encuentro con un monumento funerario dedicado a varios héroes comunistas. Pero la más majestuosa iglesia se encuentra detrás justo del hotel, es la Biserica Sfintii Imparati Constantin St Elena. Tiene unas cúpulas en pico con pizarra, muros pintados en verde y unos frescos tanto exteriores como interiores muy interesantes. A descansar al hotel que mañana toca mucha marcha.

Ciudadela del Trono de Moldavia. Suceava. (Restauración)
Quinto día del tour. Hoy hemos comenzado el día muy temprano, cogemos autobús para ir a visitar Suceava, que ayer no lo hicimos. Después de una hora de viaje, llegamos a la ciudad. En teoría lo que teníamos previsto visitar aquí es la Ciudadela del trono de Moldavia, Catatea de Scaun de Moldovei. Es un palacio construido por el voivoda Petru Mugat en 1388, al que en siglo XV Alejandro El Bueno la fortificó y más tarde Esteban El Grande le puso el foso, la muralla y los bastiones, convirtiéndola en una fortificación inexpugnable. Es en 1675 la volaron los otomanos. Por lo que nos comenta la guía y lo que vemos se encuentra en restauración. Hace un año se visitaban las ruinas del palacio, y ahora con fondos de la Unión europea se está restaurando.

Pero buscando la Iglesia de San Jorge, declarada patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el chófer y la guía se confunden y nos llevan hacia el Monasterio de San Juan el Nuevo. Esto demuestra la escasa preparación por parte de la guía y del chófer. Nos deja unos minutos para que entremos a ver el monasterio y su iglesia. Es la sede del Patriarcado de Suceava y Bucovina. Destacan los frescos de Petrus Rares, “El Himno Acatisto a la Virgen y Zarza ardiendo”, “El árbol de Jesé con los filósofos paganos” y “El asedio de Constantinopla”.

Iconos en la Iglesia San Jorge. Suceava.
Una vez que han preguntado a los que paseaban la ciudad y estos le han indicado, vamos a hacer la visita de la Iglesia de San Jorge. Esta es muy bonita pero está a la espera de recibir los fondos para comenzar su restauración. Sobre todo de la estructura de la puerta de entrada y de los frescos de parte del interior que se encuentran algo deteriorados. Fue construida en 1375, y los frescos interiores aunque se encuentran en proceso de restauración, lucen muy vistosos. Destacan el Pantocrator y la imagen de San Jorge.


Monasterio de Voronet. Bucovina.
Después del almuerzo ya nos adentramos de nuevo en Bucovina para visitar los dos monasterios que nos quedan, Voronet y Humor. El primero en visitarlo ha sido el de Voronet. Construido en 1488 por Esteban El Grande a indicación de Daniel el Anacoreta. Casi 100 años más tarde fueron pintados los frescos en época del voivoda Petrus Rares, el gran pintor de los monasterios de Bucovina. La iglesia monasterio de Voronet está considerada como la Capilla Sixtina de Oriente, por el gran fresco “El Juicio Final” pintado en su pared oeste, que lo cubre en su totalidad. El color utilizado es el azul que le caracteriza y se repiten como en todos los templos los frescos del “árbol de Jesé”, El Pantocrator, etc. En el Árbol de Jesé se mezclan los profetas del antiguo evangelio con los filósofos Aristóteles, Platón, Pitágoras, Sócrates y la Sibila Romana.

Monasterio de Humor. Bucovina
Nos dirigimos al Monasterio de Humor. Construida entre 1530 y 1535 por el voivoda Petrus Rares, en las orillas del Río Humor. Destaca el icono imperial del siglo XVI, “La virgen con el niño”. El color dominante en los frescos exteriores es el rojo ladrillo. Y también destacan los frescos que se vuelven a repetir en todos los monasterios moldavos. Realmente hacen un conjunto insuperable dentro de la cultura artística tradicional bizantina y que no debemos perdernos para intentar comprender la visión, bastante diferente a la nuestra que tienen los católicos ortodoxos. Tal vez son más tradicionales pero a la misma vez son más austeros y viven muchísimo menos en connivencia con el poder político, tan unido en el catolicismo romano.

He tenido la oportunidad de poder conocer las diferentes ramas del catolicismo ortodoxo a lo largo de mis viajes. He estado en Grecia, Rusia, Egipto (los coptos) y ahora Rumanía. Entre ellas existen algunas diferencias sobre todo en algunos de sus dogmas, pero en todas destacan la belleza de sus iconos y la diversidad de pinturas. Tal vez los más majestuosos sean los rusos, seguidos de los griegos, los más austeros los coptos egipcios y los rumanos. Lo que más me sorprende en comparación con los cristianos romanos es la pomposidad que estos últimos dan a todo lo que rodea sus ritos y las relaciones con el poder político y económico establecido.

Después de las visitas a los Monasterios, nos dirigimos hacia la ciudad Targu Mures, en donde haremos noche. Llegamos al Hotel, un impresionante hotel situado en el mismo centro de la ciudad, el Grand Hotel. Un cuatro estrellas muy moderno, recientemente inaugurado, con habitaciones muy espaciosas, camas muy cómodas y unas vistas espectaculares a la calle principal de la ciudad. No hemos tenido mucho tiempo para visitar la ciudad debido a lo extenso del programa que hemos tenido en el día de hoy. Pero un paseo después de la cena y aprovechando las tardes largas del verano, me han hecho descubrir una preciosa ciudad.
Biserica Romano Católica. Targu Mures.

Un rápido paseo después de la cena nos hace descubrir dos plazas y un bulevar preciosos con diversos edificios e iglesias muy bonitas. Entre las que destaca La Plata Victoriei, en donde se encuentra la Biserica Romano Católica, construida entre 1728 y 1750 de estilo barroco (de reconstrucción neorrenacentista) y confiada a los jesuitas por un tiempo. Justo al lado de la basílica se encuentra el Palatul Culturii, construido entre 1911 y 1913 de estilo modernista, sede de la Filarmónica y hoy acoge exposiciones temporales y un amplio museo. Caminando por el boulevard llegarás a la Piata Tradafirilor, plaza de las rosas, destacando los jardines llenos de rosales de todos los colores y tipos. Hace una estampa preciosa. En el boulevar y la plaza destaca la casa Tholdalgi, edificio barroco de 1759-1762, hoy sede del museo etnográfico de Mures y una catedral ortodoxa de estilo neoclásico de1933-1938.

Sexto día del tour. Hoy toca un largo viaje, con una parada intermedia para visitar la ciudad medieval de Sighisoara, hasta llegar a Brasov que visitaremos por la tarde. Haremos noche en Sinaia, La perla de los Cárpatos. Para hacer toda esta travesía debemos atravesar los Cárpatos centrales, espina dorsal del país que da entrada a la región de Transilvania.

Torre del Reloj. Sighisoara.
Sighisoara es una ciudad medieval declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Rodeada por las antiguas murallas la ciudad alta es un conjunto monumental que conserva todavía la atmósfera medieval y que invita a pasear por las calles empedradas con jardines y plazas llenas de bancos en donde sentarse, acompañada por diversas terrazas café en donde pasar una velada muy agradable. Fundada en 1241 por colonos sajones, sufrió diversas oleadas de ataques mongoles y fue declarada ciudad libre. Es la patria de Vlad Tepes, Vlad el Empalador, inspirador de la leyenda de Drácula, voivoda de Valaquia nacido en esta ciudad en 1431.

Se compone de la Piata Hermann Oberth, preciosa plaza dedicada a un conocido ingeniero aeronáutico. Desde aquí sale la strada Turnului que sube a la torre del rejoj. La Torre del Reloj, es el símbolo de Sighisoara, creada en 1676 tiene 64 metros de altura y está rematada por cuatro torrecillas que coronan la aguja principal, tiene un carillón con diversas figuras de carácter simbólico y todo rematado con tejas de cerámica policromada esmaltada. Dentro de la torre se encuentra el muzeul de istorie, donde se expone la historia de la ciudad desde su fundación hasta el siglo XX.

Hirscherhaus (Casa del Ciervo). Sighisoara.
Después de la visita a la torre del reloj, visitamos la Casa Vlad Dracul, hoy es un restaurante. Aquí vivió Vlad Dracul entre 1431 y 1435, padre del famoso Vlad Tepes (el empalador). Enfrente justo existe una casa con ventanas góticas del siglo XVI que se le llama la casa veneciana. Cerca de aquí se encuentra la colección de armas medievales de Vlad Tepes, en donde visitamos la amplia exposición de armas medievales. Poco después de la casa de Vlad Dracul, se encuentra la Piata Celatii, es la plaza principal de la ciudad alta rodeada por casa renacentistas, entre la que destaca la Hirscherhaus, casa del ciervo, ya que conserva la cabeza de un ciervo en madera con cuernos de tamaño natural en su fachada, hoy es un hotel restaurante.

Desde Interior Torre del reloj. Sighisoara.
Nos dejan media hora para que paseemos por las calles y algunos de nosotros hemos cogido por la Strada Scolli, que es una avenida que llega al final a unas escaleras que sube a la parte mas alta de la ciudad. Yo me he quedado en la parte baja, porque no tengo ganas de enfrentarme a los 177 escalones solo para llegar a la iglesia de la colina.

Seguimos trayecto parando a mitad del camino para almorzar. Después del almuerzo atravesamos los Cárpatos Meridionales, impresionantes bosques de pinos y abetos que llevan a un precioso valle. Hemos entrado en Transilvania, según me han comentado la parte más fea del viaje. Fea porque han convertido toda Transilvania en un parque temático dedicado a la leyenda de Drácula.

Los Cárpatos Meridionales.
Llegamos a Brasov, antigua capital de Transilvania. Por esta ciudad han pasado desde los dacios, los romanos, eslavos, búlgaros, magiares, sajones y los caballeros teutones. Todos han puesto un grano de arena para hacer de esta ciudad una preciosa ciudad. Al casco histórico se accede por la calle repubicii. Es una gran calle comercial, ancha con edificios muy antiguos de diversos estilos pero todos pintados en ocre y tonos pastel.

Casa y Plaza Sfatului. Brasov.
Al final de la calle Republicii se encuentra la Piata Sfatului. Es la Plaza del Consejo, en donde se encuentran todos los edificios característicos del centro histórico. La casa Sfatului, sede del concejo de los cien ediles, se superponen elementos góticos, renacentistas y barrocas. En este edificio se escenificó dos momentos importantes de la historia del país. Uno en 1600 cuando Miguel El Bravo convocó la Dieta de Transilvania, que concluyó con la proclamación de la unión de los tres voivodatos rumanos. En 1848 los representantes del movimiento revolucionario se reunieron para llamar al pueblo rumano a levantarse en armas contra el imperio austro-húngaro.

Biserica Neagra. Brasov.
También se encuentra la Casa Negustorilor, la casa de los comerciantes, sede de los mercaderes y artesanos de la ciudad. Es un edificio construido en 1539 en el lado sur de la plaza. Y en el otro lado de la plaza se alza la Biserica Neagra, la basílica negra. Es la iglesia más grande de Rumanía. Su nombre se debe a un incendio que sufrió en el año 1689. El exterior es de estilo gótico florido. Tiene una torre de 65 m de altura, muros reforzados con contrafuertes, ábside poligonal y seis portadas de épocas distintas. En el interior se divide en tres naves de igual tamaño, en donde se puede admirar la magnífica colección de 119 alfombras orientales, que fueron donadas a la iglesia por los comerciantes que el los siglos XVII y XVIII mantenían tráfico comercial con Asia. Y tiene un famoso órgano fabricado en Berlín en 1839.

Un tiempo de descanso o libre para tomar algo, y ya cerca la noche, nos dirigimos a Sinaia, que es en donde está el hotel en el que nos vamos a quedar. Llegamos al Hotel, es el Hotel Palace, un cuatro estrellas recomendable, limpio, lujoso y con un buen bufete tanto de cena como de desayuno.

Séptimo día del tour. Empieza un día muy largo y extenso en el programa. Nos recogen temprano para salir con destino a Brasov. Brasov es una ciudad en la depresión de los Cárpatos meridionales, al sur de Transilvania. Tiene un casco histórico importante, muy bien conservado y todo peatonal. Esta ciudad fue habitada por los Dacios y romanizada en el año 106, sitio de migraciones importantes. Aquí han estado eslavos, búlgaros y magiares. Más tarde aparecieron los sajones y un poco después los Caballeros Teutónicos llamados por Andrés II de Hungría. A los sajones se les deben las primeras fortalezas. Fueron invadidos por mongoles y otomanos, y en esta época fueron construidas sus murallas.

Hicimos la visita panorámica de la ciudad. Caminamos por la calle republicii, es una calle que lleva al centro histórico que está llena de edificios pintados por tonos ocres y tonos pastel, en los locales de estos edificios se han instalado las primeras marcas de todo el comercio europeo y mundial. Tiendas, cafeterías y restaurantes con terrazas en sus exteriores que la hacen ser el núcleo comercial de la ciudad. En esta calle o en sus alrededores destacan el Muzeul de artá (museo del arte) , la casa Gheorghe Nica (un patriota rumano que se enfrentó a los conspiradores del Imperio Habsburgo en 1848), el Manastirea Franciscanilor (conjunto del siglo XVI con restauración barroca y gótica), la Biserica romano católica Sf. Petra si Pavel (edificio barroco de 1782) y la casa Schobell (antigua posada del siglo XVIII).

Llegamos a la Piata Sfatului. Una preciosa plaza, llamada del consejo. En el centro de la plaza está la casa Sfatului (casa del consejo) hoy museo de historia de la ciudad. Al principio fue la casa del gremio de curtidores y albergó al consejo de los cien ediles de la ciudad. Se superponen elementos góticos, renacentistas y barrocos. Su torre vigía mide 48 metros de altura. Aquí se produjo el llamamiento de la Dieta de Transilvania que sirvió para la unificación de los tres voivodatos rumanos y también se produjo el llamamiento al pueblo rumano para alzarse en armas contra el Imperio austro-húngaro. También en la plaza se encuentra la Casa Negustorilor (casa de los comerciantes). Era la sede de los mercaderes y comerciantes de la ciudad. En la esquina de la plaza se alza la Biserica Negra. Esta basílica la visitaremos por la tarde.

Castelul Peles (Castillo Peles).
Cogemos autobús y nos dirigimos a Sinaia, en donde se encuentra el Castelul Peles (Castillo de Peles) y la Manastirea Sinaia (Monasterio de Sinaia). Sinaia es una localidad de montaña en donde la corte real se daba cita para pasar sus veraneos. Por eso Carol I en 1873 lo hizo construir. El Castillo de Peles es un edificio con diversas tendencias arquitectónica pero destacan los elementos renacentistas italianos y bávaros. Los interiores destacan las maderas talladas y como todos los palacios europeos una recargada decoración en telas, muebles, frescos pintados en sus techos y lámparas de lluvia en todas las estancias. Se mezclan las maderas con los tonos dorados del pan de oro. Subiendo las escalinatas de honor con estatuas que simbolizan la guerra y la paz, se llega al hall principal en donde se encuentra una imagen de la virgen de Nuremberg, protectora de la familia real. Los tapices que cuelgan en sus paredes son tapices Aubusson. Continuamos hasta la sala de armas, en donde se encuentran expuestas la colección real con más de 4.000 piezas de armas europeas del siglo XV al XIX, armaduras de caballos y caballeros (única en el país). Y destacan una espada del siglo XVI utilizada en las ejecuciones de los nobles y un bajorrelieve de la batalla de Nicópolis en 1396, que supuso para Mircea el Viejo (abuelo de Vlad Tepes) el título nobiliario de la orden del dragón (Dracul). Pasamos a las estancias reales, la antecámara del estudio del rey, al estudio del rey, la biblioteca (con 10.000 volúmenes) y la sala del Consejo (de estilo neorenacentista suizo) con sus vidrieras suizas en las ventanas. A continuación se pasa a la sala de la literatura, con vidrieras que representan fábulas populares rumanas. Llegamos al salón Florentino, con vidrieras y espejos de Murano, chimenea de mármol de Carrara, y copia de estatuas de Miguel Ángel de la capilla de los Médici de Florencia. A continuación está la sala Veneciana, con copias de maestros italianos del siglo XVII. Y el salón comedor que destaca en sus techos casetones taraceados con cuero de Córdoba. Y al final la sala oriental, con alfombras orientales, cuero repujado y armas en las paredes, destaca un falso mihrab y una fuente en la pared de mármol. Tras varias salas más llegas al Teatro de Cámara del palacio con plazas para 60 localidades y palco real.

Biserica Mare. Monasterio de Sinaia. 
Salimos del palacio y recorrimos los jardines haciendo unas cuantas fotos. Cogemos autobús y nos dirigimos al Monasterio de Sinaia. Está compuesta por la Biserica Mare (iglesia grande) de 1842 dedicada a los santos Pedro y Pablo. Es de estilo neorumano, con elementos de la antigua arquitectura de Valaquia y Moldavia. Tiene frescos neobizantinos sobre fondo de oro. Los púlpitos, sillería de coro e iconostasio son de madera de tejo y roble tallada y oro. Hay también un pequeño museo de objetos litúrgicos. Sorprende después de recorrer varios pasillos y estancias la Biserica Adormirei (Iglesia de la Dormición), rodeada de sólidas murallas con una bonita portada de piedra decoradas con las imágenes de Moisés Y Aarón y el emblema de los Cantacuzino.

Castillo de Bran.
Nos dirigimos al Castillo de Bran (Castillo del Cónde Drácula). Cuento algo de la leyenda para desmitificar un poco este castillo. Es un castillo construido en el siglo XIII por un sajón de la Orden de los Templarios de los Caballeros Teutones. En la edad media gobernó en Valaquía Vlad Tepes, un príncipe que pasó a la historia por ser muy sanguinario. Su fama le viene porque empalaba a sus enemigos. Gobernó bajo la sombra el terror en toda Valaquia. Pero nunca habitó este castillo. En este castillo y en Vlad Tepes (Vlad el empalador) se inspiró Bram Stoker para su relato. De aquí sale toda la “leyenda del Conde Drácula”. Encima justo a la entrada hay instalado todo un montaje comercial (todo un centro comercial grande) y circense (atracciones de feria) basado en la figura de Drácula. El castillo en sí es bastante modesto, es antiguo y su construcción no te impacta arquitectónicamente. En épocas más recientes, de 1920 a 1947 fue utilizada por los soberanos rumanos como casa de verano. Todo su interior en sus diversas salas hay todo un relato montado sobre Vlad Trepes, su dinastía, sus armas, sus “hazañas”, etc. Destacan las salas de la guarnición, sala de la cancillería, sala del consejo, sala de los trofeos de caza, la capilla, la cámara del príncipe Nicolás y el dormitorio del Rey Ferdinand. Si pueden sáltense esta visita, no vale la pena en absoluto. Todo un fiasco.

Hacemos la parada para almorzar y después del almuerzo regresamos a Brasov. Lo primero que visitamos es la Biserica Sfäntul Nicolae, la Catedral Ortodoxa consagrada a San Nicolás. Fue construida gracias a la colaboración de los príncipes de Valaquia y Moldavia y de la Zarina Isabel Petrovna. Lo que destaca son los iconos de su interior que provienen del siglo XVI. Una iglesia sencilla pero muy interesante por los iconos.

Llega el turno para la visita a la Biserica Neagra, catedral negra. La iglesia se empezó a construir a la mitad del siglo XIV. Recibe el nombre de “negra” por un incendio que hubo en 1689, color que le caracterizó hasta hace muy poco, con las labores de restauración llevadas a cabo en su interior. Tiene influencias Sajonas en le exterior, por las formas del gótico florido. Tiene una torre de 65 metros de altura y muros reforzados por contrafuertes, ábside poligonal y seis portadas de diversas épocas. En el interior está compuesta de una planta de tres naves de la misma altura. Las naves laterales están cubiertas por bóvedas de crucería. En su interior hay una colección de 119 alfombras orientales, donadas a la iglesia por los ricos comerciantes del siglo XVII y XVIII. En el coro está el órgano, fabricado en Berlín en 1839. La visita ha estado muy interesante, pero demuestra otra vez la poca eficacia y mala organización por parte de la agencia local. Nos ha dado las explicaciones de la visita un empleado de la Iglesia, con la traducción simultánea de la traductora guía que nos acompaña, haciéndola un poco pesada y poco útil la visita.

Después de una hora de tiempo libre para ver el casco antiguo por nuestra cuenta, hemos cogido autobús y volvemos hacia Sinaia. Descanso para un día agotador y lleno de visitas. Mañana más.
Octavo día del tour. Este día es día de traslado. Salimos un poco más tarde de lo que lo hicimos ayer, pudiendo descansar algo más. Nos separan 150 kilómetros pero como las carreteras aquí son muy antiguas, tardaremos unas horas, para llegar a Bucarest a la hora de almorzar. Nos han dado la tarde libre, pero entre el cansancio que ya llevo encima y que no he congeniado con mucha gente del grupo, decido ir al hotel a descansar.

El Hotel es un hotel muy céntrico en la misma vía principal de la ciudad, Calea Victoriei, se llama Golden Tulip Victoria de cuatro estrellas, muy cómodo, limpio y buen servicio. Lo mejor es que está muy cerca de todos los puntos claves de la ciudad, a unos 10 minutos caminando. Lo peor, las habitaciones son un poco pequeñas. Recomendable por su cercanía con el centro y el servicio.

Para cenar hemos ido a un restaurante típico en el que tenemos la cena de despedida, con comida típica rumana y amenizada con bailes típicos. El restaurante es una antigua iglesia reformada en la que destacan las vidrieras y los interiores de madera de nogal, un restaurante precioso. La comida ha estado muy bien y el espectáculo, pues eso, un espectáculo típico para turistas.

Piata Revolutiel Bucarest.
Noveno día del tour. Día libre para los que finalizamos el recorrido, pero para algunos que continúan viaje es el día de traslado hacia Sofía, capital de Bulgaria. Yo paro el tour en Bucarest, he preferido hacerlo así ya que me interesa hacer Bulgaria en un tour por diversas ciudades y no solo Sofía. Después de desayunar he ido caminando por la Calea Victoriae hasta llegar a la Piata Revolutiei (Plaza de la Revolución), en donde se encuentran los edificios más emblemáticos de la ciudad. Entre ellos está el Palatul Republicii, antiguo Palacio Real, hoy convertido después de su restauración en el Museo Nacional de Arte de Rumanía. Es una de mis paradas obligadas. Compro la entrada y entro a ver el museo.

El museo está dividido en dos partes, una dedicada al arte Rumano y otro dedicado al arte internacional. Empiezo por el Arte Rumano, Hay copias de los frescos de los monasterios de Bucovina. En la parte del arte medieval hay más iconos de los siglos XIII y XIV, una portada en piedra y 12 frescos de la Catedral de Curtea de Arges, realizados en 1526 por Dobromir da Targoviste. También hay varias salas dedicadas al Arte de Transilvania con sus influencias alemanas, como el políptico de altar con tres pilastras abiertos en forma de libro o la escultura de la Virgen con niño del siglo XV. También hay unas salas dedicadas al arte en Moldavia, destacando los tapices de escenas bíblicas y un iconostasio de la Anunciación. Otras salas dedican a exponer obras del Arte en Valaquia del siglo XVII destacando otro iconostasio de madera del año 1680 del monasterio de Cotrocerni.

En la primera planta se exponen obras del Arte moderno Rumano. Theodor Aman, pintor romántico de 1831-1891, con retratos y temas historicos. Nicolae Grigorescu el mejor pintor rumano moderno, 1838-1907. Tiene dos épocas diferenciadas. Su primera época romántico historicista y una segunda época impresionista. Me gusta mucho estas obras de Grigorescu. Otra sala dedica a exponer obras de Constantin Brancusi (1876-1957). Y para finalizar hay una parte dedicada al arte abstracto con obras de Hans Mattis Teutsch.

Nos vamos a la parte del Arte Internacional. Prácticamente dedicada al arte italiano y español. En la parte italiana destacan “Virgen con niño” (Domenico Veneciano 1430), “Crucifixión” (Antonello da Messina 1450), “Virgen con niño” (Boccacino Boccaci 1511) y “San Jerónimo en el desierto” (Lorenzo Lotto 1544). En la parte española destacan dos cuadros de El Greco, “Adoración de los pastores” 1600 y “Esponsales de la Virgen” de 1608. Y también destaca el “Cristo en la columna” de Alonso Cano. También hay obras flamencas entre la que destacan por su imporancia, “Retrato de hombre con gorro azul” de Jan Van Eyck 1420 y “Jarrón de Flores” de Jan Brueghel. Con esto termino la visita al museo. He de reconocer que no es de los mejores museos en los que he estado, pero si es necesario su visita para conocer con un poco más detalle las obras artísticas de los monasterios, sus iconos y la historia de este país que también viene marcada por la religión, en este caso la ortodoxa.

Una vez terminada la visita al palacio real, al museo, salgo y paseo por las calles cercanas del Palacio del Senado de la República. Fue sede del comité central del partido comunista rumano. Y aquí empezó la fuga de Nicolae y Elena Ceauşescu en helicóptero el 22 de diciembre de 1989. En la plaza hay un monumento en recuerdo a los caídos de la revolución y el monumento a Iuliu Maniu, primer ministro del partido democrático, muerto en las cárceles comunistas. Justo al lado del Senado se encuentra la sede de la Securitate, la policía política de Ceauşescu, que fue considerada como una de las policías políticas más sangrientas y terribles de los regímenes comunistas.

Interior Atheneu Roman. Bucarest.
Caminando he pasado por detrás del Ateneo y escucho a una orquesta que está afinando y ensayando. Me quedo parado y observo que en el ateneo en media hora la Orchestra Colegiului National de Arte “Dinu Lipatti” ofrecerá un concierto. Decido comprar la entrada y escuchar el concierto. No entiendo otra manera mejor de terminar el tour por este país que oyendo un concierto. La orquesta está compuesta por músicos muy jóvenes y dirigida por Nicolae Racu y Andrei Stefan Racu (padre e hijo). El repertorio dura entre dos horas y dos horas y media, con un descanso, y van a interpretar obras de Mozart, Puccini, Chopin, Bethoven y Lisz. El concierto es extremadamente bueno pero lo que más me sorprende es el auditorio. Es algo digno de ver. El Ateneul Roman fue construido en 1888 por el arquitecto francés Albert Galleron. Tiene un pórtico jónico, con tres grandes salas circulares, también tienen salas para exposiciones temporales y biblioteca. En la parte alta del edificio está el auditorio para un aforo de 1.000 personas. En la entrada está la estatua de Mihail Eminescu, poeta rumano. Vean las fotos, es mejor que explicar la maravillosa sala que descubrí en su interior.

Cúpula Atheneu Roman. Bucarest.
Al salir del Ateneo, tiempo para el almuerzo, es tarde, así que decido ir a un Pizza Hut. Y pasear después un rato por la Calea Victoria haciendo fotos a los diversos edificios que conocimos en la visita panorámica del primer día. Después de buscar una casa de cambio para cambiar los Lei que me sobran por Euros, regreso al hotel, descanso un rato. Y por la noche una charla con los amigos Josep María y Pep, con los que he congeniado muy bien, antes de subir a la habitación.
Día de regreso a casa. Empieza el día, o más bien la noche, a las 3 de la madrugada. Me recogen a las 4 de la madrugada porque salgo a las 6 y media con destino Roma y después de unas horas en Roma, volaré con destino Málaga directamente.

El tour se ha enderezado un poco, después de mis quejas a la agencia de viajes de El Corte Ingles, un diez por ellos y por la mayorista Panavisión. Han reconducido la situación. Y un tour que parecía patético se ha convertido en decente, con sus fallos pero mejoró gracias a mis quejas. El país es un país precioso con lugares que merecen la pena conocer. Lo que más me ha gustado son los Cárpatos, los monasterios de Bucovina, Brasov, Bucarest, Sighisoara y sobre todo Targu Mures. Me ha defraudado el Castillo de Bran y todo el comercio sobre un relato literario, el del Conde Drácula, que existe rodeando al castillo. Rumanía un país por descubrir, que con los años aprenderán a enseñarlo a los turistas. Por ahora. Las agencias rumanas tienen mucho que aprender.

Líneas Aéreas: Alitalia. Mayorista: Panavisión.

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