sábado, 26 de abril de 2014

Ruta de Washington Irving. 2ª Etapa. Carmona y Écija. Octubre 2013.

Washington Irving.
Comienza la segunda etapa de la ruta de Washington Irving. Toca dos ciudades de la provincia de Sevilla, Carmona y Écija. Salgo de Alhaurín El Grande sobre las 9 de la mañana camino a Carmona. Son dos horas y media en coche más o menos. Dormiré en Carmona y al día siguiente iré a visitar Écija (la sartén de Andalucía).

Puerta de Sevilla. Carmona.
Carmona: Situada a 30 kilómetros de Sevilla, Carmona es la ciudad poblada con continuidad más antigua de España. Desde hace 5.000 años se conocen los primeros asentamientos pero es en la Edad de Cobre cuando se empieza a poblar la montaña en donde se asienta la ciudad. Desde los Tártaros, un milenio antes de Cristo que se asentaron en el barrio de San Blás. Los Cartagineses cuando se construyó la Puerta de Sevilla, los Romanos dándole el esplendor y estructura típica de las ciudades Romanas, reformando su arquitectura se construye la vía Augusta, La Puerta de Córdoba, Morón y de La Sedia, reformando la Puerta de Sevilla, construyendo el anfiteatro,etc. En la Edad Media, Carmona como toda Andalucía queda en manos de los árabes, bajo el mecenazgo del Califato de Córdoba.



Patio de los Aljibes (Alcázar). Carmona.
Llego muy temprano, dejo el coche en un parking muy cerca de la Puerta de Sevilla, y como tengo que esperar para ir al hotel a hacer el check in pues decido comprar la entrada para ir a ver el Alcázar. La Puerta de Sevilla es una de las puertas de más valor que tiene esta ciudad, construida por los romanos, forma parte de las murallas que rodeaban la ciudad. Sobre la Puerta de Sevilla está construido el Alcázar, lo que hizo que fuera inexpugnable el acceso a la ciudad. Las mayores modificaciones que se realizaron en el Alcázar datan de los siglos XIV y XV. Posee varios elementos a destacar entre los que se encuentra la Torre del Homenaje, que llega hasta la altura del patio, y que conserva intactos los sillares almohadillados. Otro elemento a destacar es la Torre del Oro, desde donde se divisa una preciosa panorámica de la ciudad. El Patio de los Aljibes, llamado así ya que en el centro hay un aljibe excavado en la roca, con 6 aberturas que le hacen respirar y que le llega la luz al fondo del aljibe.

Salgo del Alcázar y camino por la Calle San Bartolomé, a mano derecha me encuentro la iglesia de San Bartolomé. Su estructura es del siglo XV pero durante el barroco fue cuando se termino de transformar y decorar. En ésta época fue cuando se terminó la Torre fachada dándole ese aspecto barroco. Destaca en su interior, el retablo mayor de principios del XVIII, diversas pinturas que están repartidas por toda la iglesia entre la que destaca la que representa a Santa Catalina de Alejandría y la capilla de Jesús Nazareno. Continuo por la calle Domingo de la Haza.
Palacio de Los Domínguez. Carmona.


Me encuentro con la Casa Palacio de los Domínguez. Es sede de la biblioteca municipal de Carmona. Construida en el siglo XVIII de estilo barroco y destaca la preciosa fachada principal, con muros decorados con dibujos geométricos,. La portada de acceso es de ladrillo tallado y justo encima de la puerta hay un pequeño balcón de forja que termina en un pequeño arco lo que le hace ser en este punto más alta que el resto formando una visera. El palacete es muy bonito, pero decido no entrar ya como no he ido todavía al hotel tengo la mochila y pesa bastante.

Plaza San Francisco. Carmona.
Continuo caminando y me encuentro con la Iglesia del Salvador. Es de estilo mudéjar, y lo que hoy vemos es una reconstrucción, ya que la original se desplomó en el terremoto de Lisboa de 1755. Destaca su torre inacabada en la parte noreste. Continuo caminando y llego a la Plaza de San Fernando. La Plaza de San Fernando es circular, y fue el antiguo foro romano, centro administrativo y comercial de la ciudad de Carmo (nombre romano de la ciudad). En ella confluían las dos calles principales de la ciudad, Cardo Máximo (Vía Augusta) y Decumano Máximo. Entre los siglos XVI y XIX, se construyeron muchos edificios en donde la primera planta, era la planta noble, en donde la nobleza o la burguesía de la época la utilizaba para ver y dejarse ver en las celebraciones y actos públicos. Tres son los edificios emblemáticos de la plaza, uno la antigua Audiencia, la segunda el Convento de la Madre de Dios y la tercera una casa de estilo mudéjar decorada con azulejos.

Llego al hotel, es el Hotel El Rincón de las Descalzas, un tres estrellas que está situado en un antiguo edificio justo al lado del Convento de Las Descalzas. Las habitaciones del hotel son amplias, limpias y tienen equipamiento muy bueno. Tiene un patio interior precioso y las instalaciones están muy bien cuidadas y equipadas. Muy recomendable. Dejo equipaje y después de estirar un momento las piernas, salgo a dar otra vuelta.

Bajo de nuevo hacia la Puerta de Sevilla, allí vi que había un microbús (eléctrico) que hace un recorrido turístico por la ciudad. Decido cogerlo para poder ver los puntos más alejados de la ciudad. Tengo que decir que el guía propietario del microbús turístico le pone mucha pasión a enseñar y contarnos cosas de su pueblo. Se nota que le gusta y hace su trabajo muy a gusto, aunque nos reconoce que el ayuntamiento le está haciendo la puñeta y le está boicoteando. Parece que no anda en sintonía con el alcalde conservador. La visita dura una hora y media más o menos. El primer pedazo del recorrido es lo que he hecho antes caminando para ir al hotel. Lo nuevo viene desde la Plaza de San Fernando. Pasamos por la Iglesia Prioral de Santa María, pero me referiré a ella más adelante ya que pienso visitar el interior por la tarde.

Casa Palacio Marqués de Las Torres. Carmona.
Pasamos por el Museo de la Ciudad, que está situado en el antigua Casa Palacio Marqués de las Torres, del siglo XVI y reformado en el XVIII. Pasamos por el Convento de las Descalzas, fundado en 1629 con la oposición del Cabildo Catedralicio de Carmona, presenta una rica decoración barroca. Su fachada consta de dos portales separadas por la cruz, y tiene también una torre. Pasamos por delante del Hospital de la Caridad, fue fundada en 1510 gracias a los fondos aportados por la Marquesa de Arcos, Beatriz Pacheco. Destaca su fachada realizada en ladrillo rojo. Y el Convento de Santa Clara, está justo al lado del hospital. Éste convento es de clausura de monjas fransciscanas, y fue fundado también por la Duquesa de Arcos con el beneplácito del Papa Pio II. Es de diversos estilos ya que se tardó dos siglos en terminarse de construir.

Puerta de Córdoba. Carmona.
Llegamos a la Puerta de Córdoba. Es impresionante. Situada en el paso natural de una depresión y a la salida de la Vía Augusta en dirección a Córdoba, se levantó entre fines del siglo I a.C. y principios del siglo I d.C. Originariamente se construyó con tres vanos para abrir el paso peatonal y de carruajes y se flanqueó con dos torreones octogonales, a base de sillares labrados en roca local. Las torres y las dos caras de la puerta fueron estucadas y decoradas a la manera romana. Desde época romana han sido numerosas sus reformas y remodelaciones hasta llegar a la actual fisonomía. Entre fines del siglo II d.C y el Bajo Imperio se cegaron los dos vanos pequeños, y después del terremoto de 1504 se reconstruyó la Torre Norte, tras quedar destruida. La actual imagen de la Puerta se debe a la intervención del Arquitecto carmonense José de Echamorro, entre 1786 y 1800.

Cubete. Carmona.
Subimos y nos dirigimos al barrio de San Felipe. Paseando por sus estrechas calles, recordar que este barrio fue el primer centro de ocupación de la ciudad. Llegamos al Cubete. Se conoce como “cubete” al fortín de forma ovalada que fue levantado en época de los Reyes Católicos, a finales del siglo XV. Es el primer fortín dedicado a la artillería que se levantó en la Península Ibérica, y por tanto, es muy significativo para el análisis de la evolución de la arquitectura militar. Este tipo de fortines se erige en respuesta a los avances tecnológicos que se habían ido aplicando a los conflictos bélicos a partir del siglo XV. Lejos del uso de las antiguas catapultas, la artillería demandaba fortalezas mucho más resistentes. Por ello, la mayor parte de los torreones que se construyen a partir de la época de los Reyes Católicos prescinde de la forma cuadrangular, mucho más débil en los ángulos, y la sustituye por formas cilíndricas y ovaladas, como en este caso. Con estas características se levantó este primer fortín artillero, este “cubete”, sirviendo así como modelo para otros que posteriormente se fueron construyendo en la Península. Está hecho a base de piedra y hormigón y al exterior, presenta una moldura en forma de cadena, contrafuertes de sección triangular y tres garitas.

Alcázar Rey Don Pedro I. Carmona.
Justo al lado se encuentra el Alcázar del Rey Don Pedro. Es posible que fuera construido en época musulmana, concretamente en el siglo XII, pero no hay evidencias arqueológicas que lo confirmen. Tiene forma rectangular y está defendido en la parte norte y oeste por un foso. Se accede a él por un gran arco de herradura apuntado. Dentro del recinto, una vez superada la puerta, se accede al cuerpo de guardia que da paso al patio de armas. Dicho patio compone un espacio rectangular. Contaríamos con tres líneas de muralla. La que cierra el patio, se refuerza con diversos torreones, entre los que destacan la Torre del Homenaje. En el siglo XIV, el rey Pedro I mandó llamar a artesanos de Sevilla para construir varias torres y una puerta exterior, y también para que ornaran el interior, convirtiendo la fortaleza en un suntuoso palacio. Sin embargo, de las yeserías y columnas de mármol que se instalaron entonces, hoy no se puede apreciar ningún resto en el alcázar. Las razones de esta destrucción se deben en gran medida a los diferentes terremotos que sufrió Carmona en 1504 y en 1755. En la actualidad, en uno de sus ángulos se ha construido el Parador de Carmona, que sigue una estética similar a la mudéjar.

Casa Palacio de Los Aguilar. Carmona.
Pasamos por delante del Palacio Don Alonso Bernal Escamilla, fue residencia de Felipe IV y de su hermano el Infante Carlos. Pero no pudimos ni verlo, ni fotografiarlo, ya que se encuentra amurallado por un conjunto de cipreses espesos que hace imposible su vista desde el exterior. Regresamos por los Extramuros de San Felipe hasta llegar de nuevo a la Puerta de Sevilla que fue nuestro punto de partida. Me dirijo hacia la Plaza de San Fernando que allí vi unas tascas para almorzar y continuar por la tarde la visita a la ciudad.


Ya por la tarde y antes de entrar en la Iglesia Prioral, me encuentro con la Casa Palacio de los Aguilar. Edificio del siglo XVII, que durante mucho tiempo fue sede de la casa consistorial. En la sección superior de la portada se puede leer la fecha de construcción: 1697. La fachada se divide en dos cuerpos. El balcón centra la portada, que termina en una cornisa con pináculos piramidales. El cuerpo superior de la misma presenta una bonita decoración floral, que imita las hojas de acanto, mientras que en el cuerpo inferior destacan las columnas jónicas que enmarcan la puerta. Los balcones de la fachada, separados por pilastras adosadas, terminan en frontones semicirculares y triangulares que se alternan.

Iglesia Prioral Santa María. Carmona.
Llego a la Iglesia Prioral de Santa María. Fue levantada sobre el solar de la antigua mezquita mayor. De la mezquita se conserva el patio de las abluciones. En el fuste de una de las columnas del patio, hay grabado un calendario litúrgico visigodo. La estructura de la iglesia, en cuyo proyecto intervino el arquitecto Diego de Riaño, tiene de modelo la Catedral de Sevilla. La planta es de salón, con tres naves de la misma altura y dos laterales constituidas por las capillas entre los contrafuertes. En la llamada “Nave del Evangelio”, se encuentra la imagen de la Virgen de Gracia, obra anónima que data del año 1300 y que representa a la patrona de la ciudad. El retablo mayor de la nave central es de estilo plateresco y alude a la vida de Jesús y de su madre María. Está atribuido a Juan Bautista Vázquez El Viejo y a Nufro de Ortega. Ante el presbiterio, en medio de la nave, se encuentra el coro, obra exenta, cerrada por una ostentosa verja. Comprende cinco salas. En ellas se exponen piezas de orfebrería pertenecientes a los siglos del XIV al XIX; imaginería y pinturas, destacando el apostolado de Zurbarán. También se exponen otros objetos de interés, tales como la espada de Iñigo de Loyola o el Fuero otorgado a Carmona por Fernando III.
Casa Palacio Los Rueda. Carmona.


Me encuentro con la Casa Palacio de Los Rueda. Es una de las viviendas de mayor interés de la ciudad. Realizada en mampuesto y cantería. La portada-retablo presenta dos cuerpos, el primero con columnas toscanas y el segundo con columnas jónicas y frontón curvo, bajo el que se encuentra el escudo de armas de la familia. En el interior destaca el patio de galería baja con columnas de mármol. Las dependencias de la casa se organizan en torno al patio central. La planta alta o casa de invierno presenta muros encalados y artesonados. Es interesante no sólo el mobiliario sino también los lienzos, grabados y lámparas que decoran la casa.

Llego al Ayuntamiento. El actual edificio del ayuntamiento fue en su origen colegio de la Orden Jesuita, a la que también pertenecía la iglesia anexa de “El Salvador”. La construcción del convento fue completada en 1621. Durante el reinado de Carlos III, los Jesuitas fueron desposeídos de sus propiedades en esta ciudad y el edificio pasó a ser un hospedaje. Fue restaurado como ayuntamiento en 1842. Las remodelaciones más recientes tuvieron lugar en 1980 y 1992. El edificio consta de dos plantas, en torno a un patio central, y de un sótano. Las dependencias del ayuntamiento fueron distribuidas alrededor del claustro del antiguo convento. En el patio está colocado un mosaico denominado de Las Cuatro Estaciones fechado en el siglo II. En la sala de sesiones hay un cipo de Tulio Amelio del siglo I d.C. Y fragmentos del mosaico de Bruma.

Iglesia San Pedro. Carmona.
Ahora toca el otro lado de la ciudad, es tarde con lo que no se si podré llegar a la Necrópolis y al Anfiteatro Romano, cuando estos estén abiertos. Salgo por la Puerta de Sevilla y cruzo hacia el Paseo del Estatuto. Paso por la Iglesia de San Pedro. La iglesia de San Pedro fue construida en el siglo XV sobre el solar de la primitiva ermita de la Virgen de la Antigua. Su aspecto barroco es el resultado de modificaciones posteriores. Su altar mayor se perdió tras un incendio que tuvo lugar en la iglesia el 2 de diciembre de 1984. Uno de sus principales puntos de interés es su maravillosa cúpula barroca. La torre campanario fue terminada en 1783. La torre culmina con el Giraldillo. Tambien destaca el coro, localizado al final de la nave central y la Capilla Sacramental, que es copia de la Sevillana Iglesia de San Luis, atribuida a Ambrosio de Figueroa.

Paso por el Teatro Cerezo, edificio modernista proyectado por Julían Otamendi en 1929. Llego a la Capilla de San Francisco, ya está cerrada, con lo que me hace esperar que la necrópilis y el anfiteatro romano también lo están. La capilla se construyó en 1476 por Don Alonso Cansino, después formó parte del patrimonio de Don Antonio Lasso Santillán, hasta que en 1968 el Cardenal Bueno Monreal la donó a la Hermandad de la Quinta Angustia. Fue entonces cuando se iniciaron las obras de reconstrucción de la capilla, logrando abrirla al culto el miércoles de ceniza de 1971.

Anfiteatro Romano. Carmona.
Llego a la Necrópolis Romana, efectivamente tanto ésta como el anfiteatro están cerrados no puedo visitarlas. La Necrópolis, que fue descubierta y excavada a finales del siglo XIX por el arqueólogo inglés Jorge Bonsor, junto al erudito local Juan Fernández López, está compuesta por numerosas tumbas, entre las que abundan los mausoleos colectivos de carácter familiar. La mayor parte está datada entre el siglo I a.C. y el siglo II d.C. En la necrópolis de Carmona, ya que su construcción y uso tienen lugar principalmente durante los primeros siglos de dominación romana, el ritual más frecuente es el de la incineración, aunque también cuenta con casos de inhumación. El Anfiteatro data del siglo I a.C. Fue descubierto en 1885. Se cree que fue usado para espectáculos en los que se solían usar animales salvajes y para otras actividades tanto artísticas como culturales. Se sospecha que sus gradas y vestíbulos estuvieron recubiertos de materiales nobles, y que existirían unos nichos donde estarían colocadas estatuas de emperadores y nobles carmonenses. La “ima” y la “media cavea” están bajo el nivel de la calzada, cavadas en el alcor, mientras que la “suma cavea” fue la única parte edificada. En su fachada oriental presenta una rampa de ingreso, semejante a las que debió haber en cada una de las esquinas, que daban acceso a las salidas o vomitorios.

Regreso al hotel, descanso una hora para salir a cenar. Una buena cena para reponer fuerzas y un paseo por las calles del centro histórico de Carmona, para regresar al hotel y dormir que mañana tengo otro día bastante ajetreado de visitas culturales, toca Écija.


Écija: La fundación de la ciudad se sitúa hacia el siglo VIII a.C. en el ámbito de la civilización tartésica. Se trató probablemente de un pequeño poblado turdetano de cabañas, emplazado en la ligera elevación junto al río Genil conocida hoy como Cerro del Alcázar o de San Gil (“El Picadero”). La ciudad conoció su mayor etapa de esplendor durante la dominación romana, participó a favor de César en las Guerras Civiles contra Pompeyo y, hacia el año 14 antes de Cristo se fundó la denominada “Colonia Augusta Firma Astigi”, una gran ciudad con calles pavimentadas trazadas en retícula regular, cloacas y red de distribución de aguas, foro, templos, termas y anfiteatro, junto a un puente por el que la Vía Augusta cruzaba el Genil. Desde entonces fue la capital de un extensísimo convento jurídico, uno de los cuatro en los que se dividía la Bética, que comprendía no menos de 49 ciudades y abarcaba gran parte de las actuales provincias de Córdoba, Granada y Jaén. Su principal riqueza derivaba del cultivo olivarero y de la exportación del aceite a larga distancia, empleando la vía fluvial por el Genil y el Guadalquivir y, luego, la marítima desde Sevilla.

La ciudad siguió siendo un importante foco cultural y religioso a la caída del Imperio, en época visigoda, cuando llegó a ser sede de un obispado, y en época islámica, en la que Istiŷa (o Astiŷa) fue capital de provincia durante el emirato y el califato. Los cronistas árabes destacan la fertilidad y riqueza de su territorio, en el que se asentó un importante poblamiento beréber. Los musulmanes introdujeron los cultivos de regadío y, entre ellos, el algodón cuyo desarrollo característico en Écija, llevó a acuñar el sobrenombre de Madînat al-qutn (“La ciudad del algodón”).

Caballerizas de Benamejí. Écija.
En mayo de 1240 Écija fue conquistada por Fernando III y repartida entre nuevos pobladores castellanos, entre ellos muchos nobles, las órdenes militares y la Iglesia. El desarrollo de la gran propiedad terrateniente que ha marcado toda la historia posterior, bajomedieval y moderna arranca, en buena medida, de este reparto feudal y de su desarrollo en la Época Moderna. Todo el siglo XVIII, considerado “El siglo de oro ecijano”, vive un esplendor de construcciones civiles y de iglesias vinculado a la concentración de la propiedad y del poder eclesiástico y aristocrático. En esta época existían en la ciudad unos 40 títulos nobiliarios, 13 de ellos Grandes de España–. El casco histórico de Écija conserva uno de los mejores legados de arquitectura y arte barroco de Andalucía y, probablemente, de toda la Península Ibérica: palacios, iglesias (con las torres que han hecho famosa a la ciudad), conventos, edificios públicos y casas-palacio que, junto a sus ricos bienes muebles y a los amplios archivos documentales, constituyen un patrimonio histórico excepcional.
Iglesia de San Francisco. Écija.

Después de dejar el coche cerca de la Puerta de Osuna, pasé por el punto de información turística que se encuentra en la Plaza de España. Mi intención es que me den un mapa y me digan los sitios más emblemáticos que visitar, entro en el Centro de Interpretación ecuestre “Caballerizas de Benamejí”. Se encuentran en las caballerizas del Palacio de Benamejí. El centro son las antiguas caballerizas reformadas, ponen un vídeo en las paredes de 270 grados (cubriendo tres paredes), en donde explican la importancia del caballo y la crianza de él. Salgo del centro y en la Plaza de España se encuentran varios edificios que paro para fotografiarlos y visitarlos. Uno de ellos es la Iglesia de San Francisco con su torre y el balcón de la inquisición. Destacar que es típico de esta ciudad que todas las torres de las iglesias acaben en campanario y todas están revestidas de azulejos de colores. La Iglesia de San Francisco de estilo neoclásico, construida en el siglo XVII, consta de tres naves y crucero. En el interior destaca el retablo mayor (barroco ecijano), coro y la espadaña (obra del siglo XV).

Casa Palacio Los Pareja. Écija.
También se encuentra la Casa Palacio de Los Pareja. Antiguo Palacio del Siglo XVIII, hoy en día es la sede de la Biblioteca Pública Municipal "Tomás Beviá ", comunicándose a través de un patio con el Archivo Histórico Municipal situado en la calle Cintería. La casa Palacio de los Parejas, se distingue de otros Palacios de Écija por su blanca fachada en la que se destaca en una de sus esquinas un bonito mirador, formado por arcos de medio punto con cubierta a cuatro aguas y la portada labrada en piedra es de estilo barroco de finales del siglo XVIII. La cornisa se eleva en ángulo para sostener el escudo de la familia Pareja. Partes destacadas del edificio son la bóveda que cubre la escalera y el patio cuadrangular, formado por doble arquería de arcos de medio punto.

Iglesia Santa María. Écija.
En un lateral se encuentra el monumento a la Virgen del Valle y San Pablo. Justo enfrente se encuentra la iglesia de Santa María. El edificio actual datado del siglo XVIII, fue construido sobre un antiguo templo mudéjar de los siglos XVI y XVII. Estas obras comenzaron por la torre en 1717, según una inscripción que se halla en su parte baja. El Terremoto de Lisboa de 1755 dañó seriamente el segundo y tercer cuerpo de la misma. En 1778 se abrió al culto con lo edificado, el prebisterio y crucero. A esta iglesia está vinculado el santo San Juan de Ávila en la que predicó y fue confesor de Doña Sancha Carillo, escribiendo de este encuentro la obra más singular de este Santo Audi filia. De esta época se conserva aún el púlpito desde donde predicaba el Santo. También está vinculado a esta Iglesia San Vicente Ferrer o el Beato Diego José de Cádiz. Cuenta la leyenda que en esta iglesia ocurrieron dos milagros, uno de San Juan de Ávila y otro de San Pablo. Pero esto lo dejo a creencia del que visita y lee el blog.

Iglesia Los Descalzos. Écija.
Sigo caminando por la ruta que me hicieron en el CIT, y me encuentro con el Convento de San José (Las Teresas). Este convento fue fundado en 1630 en un antiguo casa palacio del siglo XV, Palacio de los Condes de Palma. Es de estilo mudéjar. Continuo caminando por la calle El Conde hasta llegar a la esquina que me encuentro con La Iglesia de La Concepción “El Hospitalito”. Es un edificio del siglo XVI, su fachada es de estilo renacentista realizada en ladrillo visto, y su fundación fue en 1592 como hospital para atender a 14 enfermos varones. Es un edificio declarado bien de interés cultural y monumento nacional. Cojo la calle La marquesa y me encuentro con el Palacio de Justicia, conocido popularmente como Palacio de las Tomasas. Sigo caminando y me encuentro con la Portada de Los Carmelitas Descalzos. Y justo al lado, la Iglesia de “Los Descalzos”. Declarado como bien de interés cultural, ha sido reformado recientemente. De estilo barroco, se caracteriza por la ornamentación, los motivos pictóricos, las yeserías y la policromía que tiene en su interior. Pero no lo he visitado, estaba cerrada.

Campanario Convento Stma. Trinidad. Écija.
Continuo caminando y me encuentro con el convento de la Santísima Trinidad “Las Marroquíes”, es un convento de clausura de estilo barroco del siglo XVI. Destaca el campanario situado a los pies de la iglesia, con un primer cuerpo de ladrillo y otro superior decorado con azulejos sobre estuco blanco, simula dos espadañas adosadas y posee dos campanas de bronce del siglo XVIII. Sigo mi ruta y me encuentro con la Portada de Fernández Valderrama. La fachada es de tres plantas en ladrillo y en la parte superior tiene un mirador con arcos de medio punto entre pilastras dóricos. La portada es de estilo barroca y está labrada en piedra. Un poco más adelante se encuentra la Iglesia Mayor de Santa Cruz. Ha sido templo de culto desde épocas visigodas, se conservan dos capiteles en la parte norte. Fue mezquita en época musulmana, y sobre el alminar está construida la actual torre. Después de la conquista cristiana de 1920 fue convertido a templo católico de estilo mudéjar, aún se conserva un arco con decoración en yeserías. Después del terremoto de Lisboa de 1755, se reconstruyó casi totalmente con un estilo neoclásico, por motivos económicos quedo inconclusa.

Casa Palacio de Los Palma. Écija.
Sigo la senda que me marcaron en el CIT y me encuentro con la Casa Palacio de Los Palma. Como me han recomendado entrar, he realizado la visita. Este palacio se asienta sobre un antiguo convento de la Orden Dominica. La entrada del palacio da paso al apeadero, donde se divide a la izquierda las caballerizas y a la derecha el patio central de dos plantas y con arcos de medio punto y columnas de mármol. Desde este patio se accede al patio de los naranjos, con una fuente de piedra y el antiguo pozo de conventual, que según una antigua leyenda conecta con un pasadizo que llega hasta el río Genil. En la planta alta se pueden visitar las habitaciones con su mobiliario antiguo. La sala del escritorio, la sala de la música, varias galerías con antigüedades, salón comedor con pavimento del siglo XVI, y otro salón decorado con artesonado con lacería de estrellas.

Casa Palacio Lasso de la Vega. Écija.
Camino por la calle Espíritu Santo y me encuentro con Casa Palacio Lasso de la Vega, del siglo XVI. La fachada levantada en ladrillo tapial enlucido, tiene huecos de iluminación protegidos con rejas de forja. La portada es barroca datada de 1715, se compone de dos cuerpos, con varios pilastras decoradas con ánforas y flores talladas en la piedra y se remata con frontón conteniendo el escudo de la familia Lasso de la Vega. Justo enfrente está la Casa Palacio de los Garcilaso. Su fachada blanca tiene una portada barroca del siglo XVII, labrada en piedra y con una ornamentación inspirada en grutescos, enmarcando los huecos de los dos cuerpos con frutas, canes y cadenas, simbología relacionada con el cercano convento de los Dominicos. Son muy originales los relieves de los caballeros y leones rampantes sobre los frontones partidos, coronándose con el escudo de los Garcilaso.

Torre Iglesia San Juan. Écija.
Después de esta parada sigo caminando por la calle Francisco Pacheco y me encuentro con la Iglesia de San Juan. Otra iglesia gótica mudéjar del siglo XVI, aunque las más importantes reformas fueron hechas en el siglo XVIII. Tiene tres naves cubiertas por armadura de madera y cabecera poligonal de cantería. Destacar la capilla bautismal que es del XVI y en ella fue bautizado el escritor ecijano Luis Vélez de Guevara en 1579. Y también su torre construida en el XVIII es una de las torres más bonitas de Écija. Justo enfrente de la Iglesia de San Juan se encuentra la casa Palacio de los Fernández de Bobadilla. Su portada está labrada en piedra de estilo barroco siendo rematada por el escudo de la familia.

Palacio de Peñaflor. Écija.
Continuando por la calle Emilio Castelar se encuentran dos de las Casas Palacios más importantes de la ciudad y con dos torres de las más bonitas de la ciudad. El primero con el que me encuentro es la Casa Palacio de Valdehermoso. Este palacio tiene una importante portada plateresca, relacionada con el Renacimiento cordobés del siglo XVI, colocada en el ángulo de la espaciosa barrera, cuyo puntos iniciales lo forman robustos miradores que contienen en sus bases fustes romanos de granito. Y la Casa Palacio de Peñaflor. Este es un palacio barroco, construido entre los años 1700 y 1775. Está declarado como “Monumento Histórico-Artístico” desde 1962 y protegido como Bien de Interés Cultural. El palacio fue residencia de la familia de Peñaflor hasta 1958, cuando falleció la marquesa viuda sin descendencia. Desde entonces los bienes fueron administrados por la Fundación de los Excelentísimos Señores Marqueses de Peñaflor y de Cortes de Graena. Actualmente se encuentra en estado de abandono. Incluido en la lista roja de patrimonio en peligro de la organización por la defensa del Patrimonio Hispania Nostra. Continuo la visita y me encuentro con una portada del siglo XVIII que pertenece a la casa de la Caridad y de los niños Expósitos. Con esto he llegado de nuevo a la Plaza de España, y toca el almuerzo. Me siento en un bar de la propia plaza y como de menú.

Palacio de Benamejí. Écija.
Después del almuerzo ya me quedan tres o cuatro edificios de camino a la Puerta de Osuna de nuevo en donde tengo aparcado el coche. En lo primero que me detengo es en el Palacio de Benamejí, que ya pasé por la mañana pero no me detuve bien, es el Museo Histórico Artístico de la ciudad, quería entrar y mis cálculos me han salido mal. Está cerrado y no abre hasta dentro de una hora. Es un palacio barroco, declarado Bien de interés Cultural y Monumento Nacional. El edificio comenzó a construirse a principios del siglo XVIII. Se trata, al igual que el Palacio de Peñaflor, de un modelo de arquitectura civil en el barroco español y una de las joyas del gran siglo ecijano. El edificio fue originalmente propiedad de los marqueses de Benamejí y posteriormente de los condes de Valverde. Más tarde albergó la Remonta Militar. La enorme fachada es de ladrillo con zócalo de piedra y una hilera de balcones en la primera planta. Dos grandes torres en los extremos determinan la nota de verticalidad en el aplomado conjunto, cuya sobriedad y monotonía rompe la gran portada.

Lo siguiente que me encuentro es la Casa Palacio de Aguilar. Espléndida mansión del siglo XVIII, cuya portada barroca labrada en piedra se compone de dos cuerpos. El vano de entrada, entre columnas pareadas de orden dórico, muestra encima de la cornisa dos esculturas alegóricas de la abundancia, y el vano superior, entre pilastras jónicas, se corona con el escudo de los Aguilar. Desde el zaguán y tras la reja de forja, se aprecia la visión ajardinada del apeadero y del patio principal con doble galería de columnas. Justo al lado del Palacio se encuentra El Convento de los Capuchinos. Construido en 1629 y ocupado por los Capuchinos hasta su exclaustración, actualmente y desde 1929 hay una congregación de las Hermanas de la Cruz.

Iglesia de Santiago. Écija.
Lo último que visito es la Iglesia de Santiago. Se trata del edificio eclesiástico más interesante del Conjunto Histórico Astigitano, siendo una de las iglesias más elegantes de Andalucía perteneciente al estilo gótico-mudéjar del siglo XV. En el bajo Renacimiento y principios del Barroco el templo gozó de importantes reformas, como por ejemplo en la torre, la Capilla Sacramental, el hermoso patio claustrado irregular con su puerta de ingreso coronada por un ventanal de formas flamígeras, el coro, el oratorio, la sala de tacas y la sacristía. La torre actual se construyó en 1766, se trata de las más típicas de la ciudad, con su gran cuerpo de ladrillo decorado con azulejos de influencia local. Según cuenta la leyenda en el lugar donde hoy se ubica la actual torre, se halla enterrado un moro que data del año 756. Écija en esta fecha tuvo que ser dotada de un Cadí. Para la elección se escogieron a varios distinguidos “santones” para que sirvieran de mesa electoral. En el lugar donde hoy se ubica la torre, se colocó un santón que al observar que el partido electoral del que el era partidario iba perdiendo, se tragó unas cuantas bolas del partido contrario, con tan mala suerte que un centinela lo vio y fue juzgado, degollado y enterrado en el lugar donde cometió el delito. Se elevó una especie de monumento funerario encima de la tumba del Santón, pues era creencia árabe, que con el tiempo y las elecciones legales, el cuerpo del Santón se iría filtrando por los ladrillos y piedras del monumento. Desde aquella fecha se han sucedido multitud de elecciones y el pobre Santón sólo ha podido emerger la cabeza.

Con esto finalizo la visita a una ciudad que me ha parecido bastante interesante y que destacan las preciosas torres de las iglesias decoradas con azulejos típicos andaluces coloreados. Me hubiera gustado haber tenido algo más de tiempo para poder ver varios interiores que me he dejado atrás como el interior del Palacio de Benamejí. Pero me llevo una excelente impresión de lo que es la ciudad. Acaba la 2ª etapa de la Ruta de Washington Irving. Espero pronto poder realizar la 3ª etapa, Marchena, Osuna y Estepa, todavía dentro de la provincia de Sevilla.


5 comentarios:

  1. No tenía ni idea de que mi pueblo natal, fuera la ciudad poblada con continuidad más antigua de España!!!!

    Gracias ;)

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    1. Amigo Anónimo.
      La información nos la suministró el guía-propietario del microbús eléctrico que nos enseñó tu pueblo. La supongo cierta ya que ha sido habitada desde hace muchos siglos, más de 5.000 años y hay asentamientos descubiertos de la edad de cobre. Si no es la ciudad poblada con continuidad más antigua, será seguro una de las más antiguas. Eso es indudable. Saludos.

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  2. Carmona, Ecija y Osuna; tres joyas del barroco.

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  3. Hola Riki, estupendas fotos y magníficos comentarios. Lo que es la casualidad, se me ocurrió la misma idea, seguir las rutas de W. Irwing y ahí estoy.
    Por cierto, me ha llamado la atención esa fotografía que incluyes del Convento de la Concepción de Osuna, a mí esa imágen me resulta familiar en Marchena. ¿Es un error, o existen ambos conventos con idéntica denominación?
    Espero dedicar el tiempo necesario a leer el contenido de tu Blog. Saludos.

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    1. Hola Scila. Muchas gracias por tus comentarios, Te confirmo que la fotografía en la que indico que pertenece al Convento de la Concepción de Osuna en correcta, se encuentra en la Plaza Mayor justo en el lateral perpendicular al lateral en la que se encuentra el Ayuntamiento. También es cierto que existe un Convento en Marchena con el mismo nombre se encuentra el la calle Palacio Ducal.
      Ten en cuenta que los pueblos del interior de Andalucía se prestaban entre los siglos XVI a XVIII a albergar muchos conventos la mayoría de ellos construidos con fondos del Marqués. Duque o Conde de turno como agradecimiento al Rey por la cesión de tierras, ya no solo en el mismo pueblo sino en el mal llamado nuevo mundo, América. Aparte Andalucía era la entrada de las personas que llegaban desde América, lo que significaba no solo comercio sino feligresas/es dispuestos a entrar en los conventos.
      Si te quedan dudas puedes consultar en Google y verás que aunque se parecen una esta en un Plaza (Osuna) ocupando un lateral completo de la plaza y la otra está haciendo un rincón de una calle.

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