martes, 12 de octubre de 2010

La ruta de las civilizaciones. Estambul y Capadocia. Ataturk y los Otomanos. Bizancio o Constantinopla. Julio 2008.

Por la mañana a primera hora, hemos cogido el AVE destino a Madrid. Se nos presenta un viaje muy emocionante y atractivo. En cuanto al viaje en el AVE tengo que decir que es muy cómodo, rápido y dentro de lo que cabe barato. Hemos tardado dos horas y media desde Málaga a Madrid. Llegamos a Atocha y después cogimos metro con destino al Hotel que está en Gran Vía, es un Tryp. Tengo que comentar que Silvia está algo tocada del estómago, de la crisis que le dio hace 4 días, espero que no le de otra vez y podamos pasar un tranquilo viaje.

Es domingo por la tarde, el hotel es un Tryp y esta muy bien. Hoy es la final de la Copa de Europa de Fútbol. Hay un dispositivo montado a lo grande en Plaza Colón montado por la cadena cuatro de tv. Lo que tenemos pensado hacer es ir a comer, después dar una vuelta por Gran Vía y a las 7 de la tarde, acercarnos a ver el partido y la fiesta en Plaza Colón, vestidos con unas camisetas rojas que hemos comprado para la ocasión. No todos los días tenemos la posibilidad de vivir una experiencia como esta.

Después de comer, salimos a dar una vuelta, nos vestimos con la camiseta roja y a vivir la final de la copa. Esta vez si, esta vez vamos a ganar. !Podemos¡. Silvia a mitad del camino, empieza a sentirme mal del estómago, y encima hace un calor de espanto. Llegamos a Colón, el montaje es impresionante, escenario, pantallas gigantes, banderas españolas y un mogollón de gente, sobre todo jóvenes dispuestos a apoyar a la selección. Pero Silvia esta chunga, la veo que está muy molesta. Nos ponemos en una esquina que hay unas palmeras y tenemos algo de sombra, pero el aire caliente es impresionante. Los bomberos están regando a la gente con mangueras de agua. No nos llega el agua a nosotros. Al cabo de media hora, veo la cara de Silvia y no puede más, decido decirle que es mejor que nos vayamos al Hotel. Nos queda unas dos horas más o menos para el comienzo del partido y veo que no puede aguantar.

Llegamos al hotel justo en el mismo momento que comienza el partido. Silvia se echa en la cama y yo me pongo a ver el partido. Silvia se ha quedado dormida. Le viene bien, que descanse. Yo veo el partido, y al final, después de mucho sufrimiento España 1 Alemania 0. Hemos ganado, somos campeones de Europa. !!!!! Ves ¡¡¡¡¡¡. !!!! Pudimos ¡¡¡¡¡. Silvia sigue dormida, la despierto para decirle el resultado y si le apetece comer algo. Me dice que no, que está un poco mejor pero que no tiene ganas de comer. Salgo al Mcdonald y compro un menú que subo a la habitación y ceno. Nos acostamos que mañana nos toca un largo viaje muy temprano.

Llegamos a Barajas y cogemos el avión que nos lleva directamente a Navsehir, en donde está el aeropuerto de Capadocia. Nos presentamos en los mostradores de la mayorista del viaje, nos entregan la documentación y nos ponemos en cola para facturar, es un vuelo chárter. Hemos tenido unos tres cuartos de hora de retraso. Llegamos cerca de las tres de la tarde. Hemos comido unos bocatas. Nos recoge el guía y nos lleva al hotel. Descansamos toda la tarde en la habitación. Silvia aunque está un poco mejor, todavía tiene dolores del estómago. El vuelo ha sido muy tranquilo, hemos tardado unas tres horas y media. El hotel está bastante bien, está en una ciudad muy pequeña muy cerca de la ciudad subterránea. Lo único malo es que no se puede fumar en las habitaciones, ni en todo el hotel. 

Bajamos a cenar al restaurante del hotel, allí conocemos a una pareja de Soria. Son muy agradables, estamos jugando al billar un rato. Temprano nos vamos a las habitaciones, ya que mañana empieza el tour. Como siempre comienzan los madrugones.

Empieza la visita a la Capadocia, situada en el centro de Anatolia. Vamos primero al Valle de Uchisar. Mi primera impresión no se como calificarla. Ver esas impresionantes imágenes de lo que la naturaleza puede hacer, me deja maravillado. Es como el paisaje lunar de Vilaflor pero a lo bestia. Rocas talladas por la erosión y por el paso del tiempo, de tal manera que te dejan ver formaciones volcánicas blancas, de gran tamaño, unas picudas, otras más redondeadas. Un bosque de montañas, y lo más sorprendente, la gente construía sus viviendas en el interior de esas rocas, vaciándolas. Es impresionante.

De ahí nos trasladamos a un poblado Göreme. En este poblado existe las primeras iglesias con pinturas monocromáticas casi rupestres. Entramos en unas cuantas iglesias contemplando las pinturas. Más tarde iremos a otras iglesias en donde ya las pinturas dejan de ser rupestres, ya van dibujando imágenes policromadas, como es la Iglesia de la Hebilla. Tiene pinturas policromáticas, dibujando cruces e imágenes que los primeros cristianos ortodoxos creaban. También visitamos un monasterio, Monasterio de Mujeres. Todas estas situadas en el Valle de Uçhisar. Curioso me parece las mesas y sillas que fabricaban en el interior de las rocas. Otra iglesia que visitamos es la Iglesia de Santa Bárbara.

Hacemos un descanso para el almuerzo y por la tarde vamos al valle de Pasabag, hace calor y Silvia sigue tocada del estómago. El valle de Pasabag, es otro de los valles creados por la propia naturaleza a partir de erupciones volcánicas. Me sigue impresionando las imágenes que me están llegando. Es como si estuviéramos en otro planeta. Visitamos la ciudad subterránea de Kaymikii. Esto si que es alucinante. Como en aquellas épocas, los pobladores hacían las construcciones dentro de las rocas, y como distribuían las diferencias estancias, pozos, almacenes, habitaciones, sitios de reunión, cocinas, etc. No se puede describir, tienes que verlo, es una experiencia maravillosa. Paseamos por todos los rincones de las primeras plantas. Hay como unas siete plantas hacia abajo, pero nosotros solo recorrimos dos.



Al día siguiente nos levantamos y nos dirigimos hacia las aldeas de los valles de Avcilar y Güvercinilk, tuvimos que esperar a los que hicieron el viaje en globo sobre el valle. Nosotros no lo cogimos porque me pareció un poco caro, aunque vale la pena según nos comentaron los que lo hicieron. Seguimos viendo las chimeneas de hadas que forman las imágenes de estos valles, como paisajes lunares. Y visitamos diversas iglesias y excavaciones en las rocas que servían como habitáculos a los primeros pobladores cristianos de la zona de la Capadocia. Vemos la chimenea del camello, una formación rocosa que se parece a un camello. Visitamos unos talleres de alfombras, en donde pudimos ver como las fabrican y unos talleres de piedras preciosas en donde nos dan una charla sobre el tratamiento de las turquesas, piedra preciosa por naturaleza de Turquía. Por la noche asistimos al espectáculo de bailes folclóricos en una típica cueva, en donde asistimos al baile religioso de los Derviches, danzarines que al son de una música giran en círculos. El espectáculo no vale la pena, si lo pueden evitar mejor. Pero tampoco hay mucho que hacer en esta zona después de la cena.


El día siguiente toca viaje en guagua a Estambul, nos queda 750 kilómetros de carreteras. Todo un día de viaje con dos paradas para hacer visitas, una en el lago salado y otra en Ankara en el museo de las civilizaciones Anatólicas. Primera parada en el lago salado Tuz Gölü, la verdad es que es alucinante. Poder pasear por el lago, pero por encima de las kilométricas zonas secadas por el sol en donde solo hay sal, es alucinante. En varias ocasiones el reflejo del sol en la sal te da ceguera en los ojos. Pero es algo digno de ver. Llegamos a Ankara, capital de Turquía. Es una ciudad administrativa, moderna y grande. La parada la tenemos para visitar el museo de las civilizaciones Anatólicas, es un museo arqueológico en donde hay objetos, vasijas, y demás utensilios usados en las etapas neolíticas y paleolíticas de toda la zona del Anatolia central. Es muy interesante, me sorprende que en aquellas épocas ya hacían libros en piedras en donde tallaban sus relatos.


Llegamos por la noche a Estambul, nos quedamos en el Holliday Inn, hotel de cinco estrellas que está estupendo. Ya los tres días completos que tenemos de estancia en Estambul es todo por nuestra cuenta, lo que hago un esquema de los sitios que visitar en esta ciudad. Tengo que hacer notar que esta ciudad se caracteriza por tres cosas, las bellezas de su colorido, sus sonidos y sus olores, como todo país musulmán. Es curioso, bonito y notable los diversos cánticos que desde las cuatro de la madrugada se escuchan desde los minaretes de las innumerables mezquitas, que llaman a la oración. Hasta tal punto que existen piques entre las mezquitas y los imanes para atraer a sus discípulos a la oración. La primera vez te molesta pero llega a ser hasta adorable y entrañable escuchar los cánticos de los minaretes.

Así que a la mañana siguiente cogemos el tranvía que nos lleva al centro histórico de la ciudad y desde ahí empezamos la ruta. La primera visita que realizamos es a Sultanahmet Camii, la mezquita azul. Es una mezquita de seis minaretes, construida en 1616 por Mehmet Agâ por orden del sultán Ahmet I. Es la mezquita más grande de toda la ciudad, y la más famosa, su silueta se dibuja como característica fundamental de esta ciudad. Tanto el patio de las abluciones, su fuente como el interior es algo alucinante. Es impresionante. En su interior se encuentran más de 20.000 azulejos de Iznik que cubre la parte baja de las paredes, que le dan nombre a la mezquita y que representan lilas, tulipanes, claveles y rosas en tonos azulados y verdes. también destacar el trabajo en mármol y oro del mihrab y del mimbar.


De ahí nos dirigimos a Topkapi Sarayi, palacio de Topkapi, que está situado a unos metros de la Sultanahmet Camii. Construida en 1461 por Mehmet el conquistador en el lugar mejor enclavado de todo Bizancio, entre las orillas del mar Mármara y el cuerno de oro, que le hacen tener unas vistas maravillosas hacia el mar. La entrada principal del palacio es impresionante y da al patio de los Jenízaros. La esquina a la izquierda da hacia la segunda entrada Ortakapi, la entrada del medio, que conduce a otro patio inmenso, el patio del diván. Al harén eran las estancias del harén del sultán y estaba custodiado por eunucos negros y se accede por la puerta de Carruajes. Las estancias del harén son laberínticas y todo curiosamente decorado con azulejos de loza fina y chimeneas de bronce. La sala del emperador, la sala más grande de todo el palacio es una maravilla. También destacar el comedor de Ahmet III decorado en madera lacada con motivos de flores y frutas. En el tercer patio se sitúan las escuelas y las habitaciones donde el sultán recibía a los ministros y embajadores. El tesoro imperial está situado en el Pabellón del conquistador, en donde está el diamante en forma de cuchara y la daga de Topkapi. En el pabellón del Santo Manto se encuentra un pelo y un diente de Mahoma. Todo conforma un enorme y maravilloso palacio.


Salimos y nos dirigimos al Museo Arqueológico, en donde se expone una importante colección nacional de arte Anatólico y Mesopotámico. cabe destacar el sarcófago de Alejandro Magno de Sidón y el Çinili Köskü (pabellón de los azulejos) y la galería de esculturas clásicas. Me gustó la visita. Al salir ya nos dirigimos hacia otra de las joyas arquitectónicas de esta ciudad, Aya Sofya, Iglesia de la Divina Sabiduría de Santa Sofía. Construida por Justiniano en 537 siendo de entrada una iglesia católica ortodoxa hasta que en el 1453 tras la conquista otomana de Estambul se convirtió en mezquita. Hoy es un museo, no se ora en esta iglesia mezquita. En la parte derecha de la entrada se encuentra el vestíbulo de los guerreros, en donde está el mosaico de Constantino y Justiniano ofreciendo a Cristo y a la Virgen maquetas de Aya Sofya y Constantinopla. La nave es enorme y también la cúpula es preciosa. Existe una columna que se llama "la columna húmeda" que se le atribuyen propiedades terapéuticas contra la infertilidad. Santa Sofía está en restauración pero aún así me ha parecido algo alucinante.


Ya por la tarde vamos a ver el espacio que ocupó el At Meydam, Hipódromo, construido por el emperador Séptimo Severo en el siglo II. Solo se conserva el obelisco egipcio del siglo XVI a.c. del faraón Thutmosis III que conmemora la campaña Siria, la columna de las serpientes, tres serpientes de bronce entrelazadas que procede del templo de Apolo en Delfos y la trajo Constantino el Grande y la Columna de Constantino, reproducción de la auténtica que desapareció durante el saqueo de Constantinopla en 1204. Ya de noche nos dirigimos a la torre Gálata y al puente Gálata en donde cenamos en uno de los restaurantes que están debajo del mismo puente.


Al día siguiente nos apuntamos a una excursión por el Bósforo en un barco. La excursión también incluía la visita al bazar de las especies, Misir Çarsisi Bazar y a la nueva mezquita, Yeni Camii. Las dos visitas fueron muy interesantes. Comentar que Estambul es la segunda ciudad más importante del mundo en el comercio de réplicas y falsificaciones de marcas. En el bazar de las especies, unos muchachos nos estaban acosando para que le compráramos perfumes de marca por 1 euro, ???¿¿¿, apareció la policía y delante nuestro los detuvo. Visitamos dos barrios residenciales de Estambul asiático y fuimos a almorzar. Después del almuerzo cogimos un barquito y hemos echo el paseo de casi dos horas por el Bósforo, desde la parte asiática a la parte europea de Estambul. Esta ciudad es la única en el mundo que tiene parte en dos continentes diferentes. El paseo ha estado muy bien y se puede observar toda la ciudad desde los palacios y chalets de la parte asiática, hasta los monumentos y mezquitas de la parte europea.


Al llegar a la parte europea de Estambul, nos dirigimos a uno de los más sorprendentes edificios que jamás haya podido visitar, el Yerebatan Sarayi, palacio subterráneo. Yerebatan  Sarayi es una cisterna bizantina que suministraba agua a la primera colina de Estambul. Construida por Constantino el grande forma un subterráneo de 140 metros de largo por 70 metros de ancho que soporta un bosque de columnas, 336 columnas y bóvedas. Hay dos cabezas de Medusas que sujetan las columnas que fueron traídas desde Caledonia. Con iluminación en tonos rojizos y naranjas, con música clásica de fondo y conjuntamente con el ruido del agua, forman un edificio muy enigmático y poco común que te deja llevar la imaginación. Algo alucinante que nadie debe perderse.


Dimos una vuelta por las calles principales del centro de la ciudad, nos tomamos un helado e hicimos las compras del turista, visitamos el Gran Bazar, Kapaliçarsi. Los turcos son unos comerciantes bárbaros, insisten hasta que tu caes y les compras pero de manera simpática tengo que reconocer, no son tan machacones como los egipcios. No quería comprar nada, y me traje una chaqueta de cuero, que nunca me la he puesto, un juego de té con té de manzana y unos posavasos pintados a mano. Cenamos en un restaurante y regresamos al hotel. Tengo que comentar que en Estambul se come muy bien, platos típicos y bastante barato.


Al día siguiente quería ir a ver la Iglesia de San Salvador en Chora, Kariye Camii. Y me jugó una mala pasada mi interpretación del mapa. Según el mapa que tenía en mis manos la Iglesia estaba como a un kilómetro del hotel, a dos manzanas. Joder, que dos manzanas más grandes. Tardamos casi dos horas en llegar caminando por caminos empedrados y calles sin asfaltar bordeando la muralla de Teodosio. Ahora bien, los frescos que nos encontramos en la iglesia valen la pena las dos horas de caminata. Es una iglesia ortodoxa construida en el año 1081 y después de la conquista otomana fue convertida en mezquita. Los frescos delatan toda la vida de jesucristo desde la infancia hasta la resurrección. No se pierdan la visita a esta iglesia mezquita, vale la pena.


Cogimos metro y nos dirigimos a ver Süleymaniye Camii, mezquita dedicada a la favorita del sultán, pero estaba en restauración y no pudimos entrar. En sustitución de ella fuimos a ver el Palacio de Dolmabahçe, Dolmabahçe Sarayi, última residencia imperial. No nos dejaron hacer fotos del palacio, pero es un palacio totalmente distinto al resto, es el más occidentalizado de estilo neoclásico. En el salón de estado que tiene 2000 m2 de superficie está la lámpara araña más grande del mundo con 750 bombillas y pesa 4,5 toneladas. En una de las habitaciones murió el general Ataturk en 1938, padre de la patria turca por ser el que unificó el país y en su honor todos los relojes de los museos de toda Turquía están parados a las 9.05 h. Al salir dimos una vuelta por la Universidad y por el Barrio Beyazit y regresamos al hotel. En la madrugada nos recogían para regresar a España.


En fin, tengo que decir que Estambul es una ciudad divina que tiene magníficas construcciones y lugares y sitios con muchísimo encanto. Una ciudad que la considero una de las mejores del mundo y una ciudad que tiene un encanto muy especial. Sus olores, sus colores, su luminosidad y su música le hace ser una ciudad que te enamora y que nadie debe perderse visitarla. Una ciudad única y que es una maravilla.


Fotos: Valle de Uchisar; Iglesia de la Hebilla; Ciudad subterranea Kaymikii; Sultanahmet Camii (Mezquita Azul); Aya Sofya (Santa Sofía); Cúpula Harén Palacio Topkapi; Yeni Camii; Yerebatan Sarayi y Kariye Camii.


Mayorista: Mapa Tours ; Líneas Aéreas: Onurair (Charter).
            

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