domingo, 22 de agosto de 2010

Ciudades Europeas. Múnich-Insbruck-Salzburgo y Viena. El Sacro Imperio Romano Germánico. Octubre 2007.

La siguiente escapada fue a Múnich, Innsbruck, Salzburgo y Viena. El Sacro Imperio Romano Germánico, con la incorporación de Múnich capital del estado de Baviera. Comentar que lo hice en un tour, y ha sido el tour en que me he encontrado con gente muy joven, recién casados, y sintonicé muy bien con la mayoría. Hicimos un grupo muy bueno y lo pasamos estupendamente. Hablar de esta zona de la Europa central es hablar de la casa de los Habsburgo. Es hablar del Rey Luis II, "el Rey loco" y sus palacios, de María Teresa, de Carlos I de España y V de Alemania, Francisco José y Sisi. Es hablar de música, de Mozart, de Von Karajan, es hablar de historia y de cultura. Es hablar de Sigmund Freud.   

Llegamos a Múnich a las 12.30 después de dos vuelos muy tranquilos. Al llegar a Madrid sufrí el desastre de la T4. La T4 le falta algo de señalización y que está esté más clara. Nuestra guía viajaba en el mismo vuelo que nosotros. Nos recogió el micro bus y nos fuimos al hotel. El hotel es un Tryp, cadena Melía (Tryp Múnich), muy bueno. Conocí a una pareja de Madrid, Carlos y Mari Mar, recién casados. Hemos salido los tres a dar una vuelta por Múnich. Múnich nos ha saludado con frío y lluvia, hace 2 grados y la lluvia se convierte en agua nieve. La primera visita que hemos hecho es al Deustcheen Museum. Es un museo de tecnología y maquinaria. Desde aviones, naves espaciales, maquinaria industrial, minería, máquinas de vapor, etc.... Museo muy interesante.

Al cerrar tan temprano, las 5 de la tarde, no nos ha dado tiempo a ver el Museo de la BMW. Fuimos a una cervecería típica alemana, la taberna HB. No hemos podido sentarnos al estar tan llena. Fuimos a un restaurante típico alemán y pedimos una cerveza de trigo (riquísima) y un plato de salchichas, bacon, chucrut y papas gratinadas. Muy bueno, de verdad. Dimos una vuelta por el centro y regresamos al hotel. Cenamos en el hotel y nos dimos una vuelta por las cercanías. Tengo que decir que me ha impresionado negativamente Múnich. Había oído hablar que después de quedar devastada en la II Guerra Mundial, la habían reconstruido muy deprisa y no tenía un gran centro histórico. Pero lo que me he encontrado es una ciudad que es todo igual, todas las casas del mismo estilo, todas iguales, y lo único que cambia es el color de las casas.

Por la mañana visita panorámica a Múnich. El tiempo no nos acompaña, hace frío y está nevando. La visita panorámica se nos chafa por culpa de la guía, podría haberse tomado un poco más en serio la misma, y habernos bajado en varios lugares que no hemos parado, como el estadio olímpico (es impensable irte de ésta ciudad sin ver el estadio olímpico). Pasamos por delante y lo vimos desde los cristales de la guagua. Aunque está nevando, creo que nos habíamos podido parar un rato. Tampoco es para tanto, vamos bien abrigados. También hemos pasado por los edificios comerciales de BMW y Mercedes sin parar. Sólo hemos hecho una parada, en los jardines del Palacio de las Ninfas, Nymphenurg, palacio residencia de verano de estilo barroco, que no visitamos sus interiores. Nos ha nevado, en medio de la parada. Estaba todo blanco, y hacía una postal muy bonita. Esta parada fue lo único positivo de la visita panorámica. El resto, un bluf.

Nos dejaron en la plaza Marienplatzz. Dimos una vuelta y entramos en la iglesia de San Pablo (muy sobria y nada de barroco). En la plaza está lo más bonito de toda la ciudad la Frauenkirche (la iglesia de Ntra. Señora) y el Rathaus (Ayuntamiento) con su carrillón. Después de hacer las fotos pertinentes, entramos en la cervecería HB, y al final pudimos comer la salchicha blanca y la cerveza de trigo (riquísima). De ahí fuimos a una pastelería. Tomamos un pedazo de tarta de manzana y un café. Para Mari Mar robé unas jarritas de leche pequeñas que sirven para que tu te sirvas la misma, ella no se atrevía y yo le eche un poco de cara, jajajaja, la anécdota cleptómana del viaje.

Nos hemos reunido los 58 integrantes del grupo, cogimos el auto bus y nos vamos a Innsbruck. El hotel que nos quedamos es Grauer Bar Hotel, un 4 estrellas muy bueno y céntrico. Al llegar a Innsbruck, hacemos la visita panorámica. Hace frío pero no nos llueve, aunque la temperatura es muy baja. Pasamos a ver el parque en donde está la estatua de Andreas Woller. Y desde el parque se ve el trampolín olímpico en el que se realizan la competición de saltos del 4 de enero. Visitamos la catedral de Innsbruck y damos una vuelta por el centro, viendo los edificios barrocos y la casa del tejadito de oro. También vimos la pintura gigantesca circular, es un lienzo de unos 10 metros de alto y 100 m de largo que forma un círculo y conmemora la batalla sobre la montaña Isel, contra las tropas bávaras que luchaban bajo la bandera francesa en la época de Napoleón. Decir que los tiroleses siempre han sido un pueblo muy autónomo y que son famosos por su valentía en las batallas. La pintura fue dirigida por Zeno Diemer conjuntamente con varios pintores de su estudio. Llegamos al hotel, cenamos y después he intentado dar una vuelta y tomarme una cerveza, pero ha sido imposible. Hace mucho frío y está nevando. Al final decido regresar al hotel y descansar.


El día siguiente nos hemos levantado muy temprano para ir a ver el castillo de Neuschwaistein, castillo en el que se inspiró Disney para idear el castillo de "La bella durmiente". Castillo neogótico construido por Luis II de Baviera, el "Rey Loco". Que no estaba tan loco, simplemente desde mi punto de vista era gay y que no se atrevió nunca a salir del armario, y un iluminado para su época y amante de las nuevas tecnologías. En el castillo como modernidades tecnológicas hay desde red de luz eléctrica, el primer teléfono móvil de la historia con 6 metros de cobertura, cocina que aprovechaba el calor según las reglas de Leonardo da Vinci, calefacción centralizada y un sistema de elevador por poleas que le llevaba la mesa desde la cocina hasta su habitación. Todo esto en 1866. 

Las montañas están nevadas por completo y desde la mitad del recorrido nos nieva. Llegamos a la base del castillo y desde la ciudad nos llevan al castillo en carro de caballos. El castillo es precioso en su interior. El exterior no podemos disfrutarlo como se merece, ya que la entrada es por el lateral más simple del castillo. Y además para verlo en su totalidad tendremos que verlo desde las alturas, por eso pondré una foto "pirateada" de wikipedia. Lo más interesante aparte del interior del castillo, son las vistas que se ven desde el castillo y las impresionantes imágenes blancas que se han quedado después de la nevada. Realmente precioso.

Almorzamos y tarde libre para visitar Innsbruck. Fuimos a la iglesia y al museo de la iglesia, que está muy cerca del hotel. Dimos una vuelta por el centro, viendo las calles antiguas y la casa con "el tejadito dorado". Y después nos fuimos de compras, para los survenirs. Yo solo compré mis imanes para mi nevera, como es mi tradición en todos los viajes. Tengo la nevera llena. Mención especial fue la visita al edificio central de la casa Swarovski. Un edificio de cuatro plantas en donde venden y exponen las piezas talladas en los talleres centrales que se encuentran en las afueras de la ciudad. Tomamos un café en el Café Sacher (conocida cafetería de viena, famosa por sus tartas), muy señorial y bien decorado. Regresamos al hotel, cenamos. Por la noche salimos David y Merche (Córdoba), Pau y Mónica (Tarragona) y yo, a tomar una cerveza y dimos una vuelta por Innsbruck de noche.

Lo primero que hicimos al día siguiente fue la fallida excursión a las cataratas de Kashuler. Estaba nevado y la carretera cortada. Hay que pasar por un puerto de montaña y ese puerto estaba cerrado por la nevada, estaba intransitable. Después de 4 horas de autobús llegamos a Salzburgo. Fuimos al hotel (excelente hotel). El hotel se llama Renaissance Salzburg y está genial, es un 5 estrellas, de la cadena Marriot. Realizamos la visita guiada por la ciudad. Empezamos viendo la casa en donde vivió Von Karajan, y la casa en donde nació Mozart, hoy convertido en museo. Llegamos al restaurante y almorzamos. Después del almuerzo fuimos a la casa en donde residió Mozart, en el centro de la ciudad (también convertido en museo). Es un apartamento en un edificio de cinco plantas. Mozart vivió en la tercera. Hoy todo el edificio es un museo restaurado en 2006 por un americano. Recordar que el casco antiguo de Salzburgo ha sido declarado Patrimonio Histórico Artístico de la Humanidad por la Unesco. Dimos un paseo por el centro de Salzburgo, llegando hasta la plaza en donde se encuentra el ayuntamiento. Hemos pasado por el “Café Tomasic” que es un café en donde todos los días a las 5 de la tarde Mozart iba a reunirse con sus amistades y tomaba su café. 

Seguimos hacia el cementerio. Muy bonito, ordenado y para nada te da la sensación de estar ante un cementerio. En un plató inspirado en éste cementerio, se rodó las primeras escenas de la película “Sonrisas y lágrimas”. También visitamos las catacumbas por donde en "Sonrisas y lágrimas", la familia se escapaba de las garras de los nazis. El casco antiguo de Salzburgo es una verdadera joya con muchos estilos arquitectónicos. Las calles más famosas por las que paseamos son las siguientes: Getreidegasse, Jugendgasse, Goldgasse, Kaigasse, Linzergasse y Steingasse, en donde se encuentran casas de la edad media, románticas, renacentistas, barrocas y casas nobles clasicistas. Pasamos por una avenida en donde se encuentra la Universidad y los dos teatros. El Teatro Mozart y el moderno. Cruzamos el río y volvimos a la zona nueva de la ciudad. Subimos al mirador. Y desde ahí vemos toda la ciudad y sobre todo el magnífico castillo fortaleza Hohensalburg. Volvimos a cruzar el río y llegamos a los jardines de Miraven, donde terminamos la visita guiada.

Fuimos al hotel y cenamos. Después de la cena hemos salido un grupo de unos 12 personas del grupo, se nos están uniendo sobre todo los más jóvenes, para tomarnos unas cervecitas. Al finalizar la jornada, muy cansados, nos vamos a dormir.

La diana hoy es muy temprano, a las 6 de la mañana, para ir hacia el palacio de Herrenchiessen. Uno de los tres palacios más famosos de Luis II de Baviera (El rey loco), junto con el de Neustchwastein. Es un castillo barroco, con muchos parecidos al Palacio de Versalles de París, el del Rey Sol. El Rey loco, era un enamorado de los palacios del Rey Sol, y los copió haciéndoles mejoras, sobre todo en lo técnico, calefacción, accesos a los cuartos y capillas, etc...  En todo el palacio esta representado en las ornamentaciones el sol, Apolo y Venus, junto con la luna. Inspirado en el palacio Versalles. Este palacio no está acabado, ya que se le acabó el dinero, y los últimos años de su reinado fue de los reyes más pobres de Europa. Este Palacio está en medio de un lago, el lago Chiessen. El palacio es precioso, muy de aquella época, recargado al ser barroco, con mucho mármol y oro, anchos espejos y lámparas enormes de lágrimas.

Después de un descanso, hemos ido a visitar el museo del palacio, muy interesante, con cuadros y los muebles de las residencias del Rey Luis II de Baviera, incluida la cama y todo el dormitorio en donde pasó los últimos años. Recordar que murió ahogado en un lago, supuéstamente después de uno de sus ataques de locura, junto a su médico personal, en extrañas circunstancias. Volvimos a Salzburgo y almorzamos en un restaurante. Teníamos la tarde libre para cualquier actividad. El grupo se dividió en varios pedazos. Al final nos quedamos José María (Palma) y yo que fuimos al museo de la casa natal de Mozart. Allí nos encontramos con parte del grupo. Después fuimos al “Café Tomasic” que era el café en donde pasaba todas las tardes Mozart con sus amigos de tertulia. Nos tomamos un café y un pedazo de tarta. Y justo enfrente está la dulcería en donde se empezaron a hacer artesanalmente a finales del siglo XIX, los bombones Mozart. Por supuesto que compré una caja, pero no llegarían sanos y salvo a España, jejejeje. 

Íbamos a ir a un concierto de violines y órgano en la catedral y al final no fuimos porque era un concierto de violonchelo. Yo hubiera ido pero la gente democráticamente decidió no ir. En vez de ir al concierto, paseamos por el centro de Salzburgo y regresamos después al hotel. Después de la cena, como ha sido instaurado hemos salido a una cervecería a tomarnos unas cañas. Al final se nos están incorporando bastantes miembros del grupo, ya somos casi 15 personas, jejeje. Regresamos al hotel y a la cama.

Nos levantamos temprano, desayuno al canto y cogemos la guagua para dejar Salzburgo y dirigirnos a St. Wolfgang. Pueblo muy pequeño pero lindísimo. Tiene una pequeña ermita que en su interior tiene pinturas simbolizando al demonio (Satán). Me ha gustado mucho, está en las orillas de un lago inmenso. Y con las montañas alrededor hace una postal muy linda. Nos dirigimos hacia Viena, parando en diversos pueblos rodeados por lagos. Paisaje precioso, las montañas continúan nevadas, aunque a medida que nos acercamos a Viena, la nieve tiende a desaparecer.

Llegamos a las 6 de la tarde al Hotel en Viena, el Hotel Ananas, un 4 estrellas que está muy bien. Hemos quedado a las 8 de la tarde para ir al centro de Viena y buscar un restaurante para cenar. Cogemos metro y nos vamos al centro, los edificios antiguos son preciosos, los tienen iluminados como el edificio de la Ópera. Hemos paseado por una calle del centro histórico con edificios antiguos y locales comerciales de primera línea en los bajos de los edificios. Cenamos en una pizzería italiana. He pedido una pizza diavolo, y me cagado en su puta madre ….......... como picaba la jodida. Casi era imposible de comer. No fui el único que cayó en la trampa del picante, ha sido la anécdota de la jornada.

Al día siguiente, tocaba hacer la visita panorámica a la ciudad de Viena. Empezamos por el palacio Schonbrum, residencia oficial de María Teresa. El palacio es muy interesante, estilo rococó, pero me he quedado con un mal sabor de boca, porque la visita ha sido muy corta y hemos visto muy pocas salas. Hemos tenido tiempo para pasear por los jardines, son preciosos, con grandes fuentes y monumentos. Hemos ido al Ringstrasse y hemos visto los edificios más emblemáticos de la ciudad, el palacio de la ópera, el parlamento, el teatro Burg, la iglesia Votiva, la bolsa, el ayuntamiento, etc.... Hemos ido a pie por unas de las calles más singulares de Viena viendo el Hofburg, la escuela de equitación, monumento contra el fascismo y la guerra, la Albertina, etc...

Paramos para almorzar que por la tarde tenemos la visita a la Viena Clásica, los palacios imperiales de Hofburg, con los apartamentos imperiales de Francisco José y Sisi, el museo de Sisi y el edificio de la ópera. Los dos edificios son majestuosos, me esperaba el palacio de la ópera más recargado pero no ha sido así. Estuvimos detrás del escenario en los camerinos, patio de butacas, y palcos y salones en donde la nobleza de la época dorada de Viena se lucía. También me gustó los apartamentos imperiales, están muy bien recreados. Hay que recordar que en Viena para los vieneses, Sisi no fue una figura muy querida. Sisi fue querida más en Budapest, en donde residió gran parte de su vida. Pero hay que destacar el contraste de opiniones, en Budapest es un personaje muy querido y recordado, en Viena la recuerdan por lo déspota que era y lo extremadamente histérica que era con su figura y su imagen. Tanto es así que en Viena piensan que fue bulímica y anoréxica.

La decoración de los palacios imperiales no es rococó, ni barroca, destaca más un estilo modernista, con tapices y terciopelos, cuadros familiares, paneles de oro y mármoles, etc. La visita a los palacios imperiales si ha sido más extensa que la de la mañana al Schonbrun. Me ha gustado. El museo de Sisi no es gran cosa pero tiene de particular que se conservan los vestidos que usaba, y un par de joyas reales. Regresamos al hotel, descansamos un poco, salimos de cena y de cervecería, y a descansar, que la vida del turista es muy cansada, jajajaja.

Día libre, aún así me he levantado temprano, para desayunar y empezar la mañana. Mi idea es ver por la mañana el palacio Belvedere y por la tarde visitar un museo y dar una vuelta por el centro, contemplando mas tranquilamente los edificios emblemáticos. Me sigue Mari Mar y Carlos, no creo que me sigan mucho tiempo porque Carlos no es de mucho museo, jajaja. Llegamos a las 10 de la mañana al Palacio Beldevere, se divide en dos Palacios el superior y el inferior. El superior es muy majestuoso por dentro, rococó y decorado con mármoles y figuras en su interior, lámparas de lágrimas, etc. El Beldevere inferior es más pequeño pero más coqueto. Entre ellos se extiende un jardín inmenso y precioso con fuentes y estatuas y flores y plantas. Están empezando a tapar las figuras para el largo invierno, para evita que se congele el agua que entra por las grietas de las piedras y se parta la estatua.

En el superior hay una exposición de pinturas de pintores austriacos, no me gustó, solo me gustó un cuadro y la sala central del palacio, que le intenté hacer unas fotos y me tiraron una buena bronca. En el inferior las pinturas son más modernas, expresionismo y arte abstracto, destacando Van Gogh, Renuart, Tolouse Lotrec, Picasso, etc... La sala central del superior esta decorada con mármoles de Carrara, tiene un fresco central que le da una profundidad impresionante y 4 estatuas distribuidas en torno a una central en mármol blanco, en cada vértice de la central.

Al salir nos fuimos a la Iglesia de San Carlos Borromeo. Me encantó, subimos hasta la cúpula por un ascensor, estaba en restauración y pudimos ver los frescos mas de cerca. Hice muchas fotos. Almorzamos y ya Carlos y Mari Mar no me siguen, me uno a David y Merche y José María y nos vamos de paseo tranquilo por el centro de Viena, viendo los edificios emblemáticos. El Ayuntamiento, el Parlamento, La ópera, el Hofburg, el teatro Burg, La Iglesia Votiva y diversos museos y teatros.

Fuimos al café Sacher, en los bajos del hotel del mismo nombre. Café muy famoso en el mundo entero por su tarta, la tarta Sacher. Que por cierto, una anécdota, realmente no es de esa pastelería. Dos calles detrás del hotel, existe una pastelería en donde se empezó a hacer la tarta. Pero el pastelero fue fichado a base de talonario por el hotel y el robó la receta de la tarta. Hubo pleito en juzgado pero el antiguo propietario de la pastelería no pudo probarlo y perdió el juicio. Tomamos un Melese (café vienés) con un trozo de la tarta Sacher. Ya podemos decir que no nos vamos de Viena, sin probar la tarta original. Por cierto, otra anécdota, a una chica del grupo no la dejaron entrar en la cafetería porque iba en chándal.

Después regresamos al hotel a descansar un rato, y después de cenar hemos ido todo el grupo, ya que es la última noche en Viena a celebrarlo en un pub gay. Se llama "La Casa Rosa", muy buen ambiente, y buena música y buena cerveza. Al entrar se nos han quedado mirando todo el mundo porque vieron entrar a un grupo de unas 15 personas, cuando el pub es como de parejas, claroooooo. Gays. Lo hemos pasado muy bien.

Me llevo una grata impresión del viaje. Gente muy amable la que formaba el grupo, simpática y agradable. Y me ha encantado todo el viaje, poniendo notas, me defraudó un poco Múnich, me encantó Innsbruck, me enamoró Salzburgo y me encantó Viena. Hay que regresar de nuevo, vale la pena.


Fotos: Múnich ; Neues Rathaus (Nuevo Ayuntamiento) - Fushen; Castillo Neuschwaistein - Salzburgo ; Vistas de la catedral desde colina - Chiemsee ; Palacio Herremchiesee - Viena ; Salón Palacio Beldevere y Stephansdom (Iglesia San Stephan).

Mayorista: Condor Vacaciones; Líneas Aéreas: Iberia y Austrian Airlines.

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