Escapada por España. La Linea de la Concepción, Algeciras y Gibraltar. Junio 2007

La siguiente escapada le tocó al Campo de Gibraltar. Es una zona muy industrial y de tráfico marítimo. Tanto La Línea como Algeciras son ciudades un poco caóticas que han crecido de la mano de la industria que se ha radicado en las inmediaciones, aún así tiene rincones atractivos. Nos quedamos en el Hotel Iberostar Campo de Gibraltar en La Línea, un cuatro estrellas de muy buena calidad. Recomendable.

La tarde noche del viernes la dedicamos a La Línea. El motivo de la escapada fue pasar la víspera del día de San Juan en La Línea, ya que en sus playas se celebran las hogueras. Y lo cierto es que la playa estaba a reventar de gente. En el borde de la playa de Poniente hay un chiringuito pub en el que nos tomamos un par de copas después de estar un rato paseando por la playa y de darnos el chapuzón correspondiente a las 12 de la noche. La Línea tiene un centro histórico y comercial que no está mal, si lo comparamos con varios barrios de la ciudad en la que se nota el caos urbanístico que comenté. Tiene unas plazas muy coquetas y unas calles peatonales por donde pasear tranquilamente. Entre las que cabe destacar el santuario de la Inmaculada Concepción, su plaza  y el monumento de las Tres Gracias y el monumento al trabajador español de Gibraltar.  

Todo el sábado lo dedicamos a visitar Gibraltar. Primero cabe decir que la vista del Peñon desde España es cuando menos bonita y curiosa. Y también destacar que es la única frontera en Europa que delimita dos países miembros de la Unión Europea que todavía mantiene puesto fronterizo. Se nota que es un territorio en disputa entre dos países miembros de la Unión. Después de visitar Gibraltar tengo que decir que es una disputa un poco vacía de contenido en la Europa del siglo XXI, a no ser los meramente históricos. La población gibraltareña es una mezcla entre la andaluza y la británica, sus costumbres son peculiares y su lenguaje es el inglés aunque hablan y entienden el español perfectamente. Su moneda de curso legal es la libra, aunque aceptan el pago en euros, manteniendo en la carta de sus restaurantes los precios en las dos monedas. Puedes pagar en euros pero mayoritariamente te devuelven en libras. Tienen un estatus dentro de la Unión Europea específica que le hace no tener impuestos, y se mantienen como zona off-shore, como se llama ahora, antes puertos francos. Es común que la gente que visita Gibraltar compre cigarros, más o menos al mismo precio que Canarias o llene el depósito del coche de gasolina, también a los precios de Canarias.

Cruzas la frontera y lo primero que ves es el Aeropuerto, que es cruzado por la carretera que te lleva a la ciudad, cuando va a aterrizar o despegar algún avión, unas barreras tipo cruce de ferrocarril corta la circulación. Y te adentras en la ciudad, existen dos parking, debes dejar el coche en ellos ya que la ciudad, al ser muy pequeña tiene grandes problemas de aparcamientos. Recorrimos la calle principal, Main Street, en donde están los comercios y restaurantes de la ciudad. Paseamos hasta la fortificación, pasando por el monumento al soldado gibraltareño y por el parlamento. Visitamos la Catedral de la Divina Trinidad, iglesia anglicana. Fuimos a Punta Europa, que es una punta estratégica para el transporte marítimo y  en donde su faro controla el paso del estrecho. Almorzamos en uno de los restaurantes de la plaza principal. E intentamos subir a la montaña para ver a los macacos, los monos. Pero desistimos porque nos pareció carísimo el tour en un pequeño tren turístico, que te lleva a ver los monos a la reserva del peñón, costaba 50 euros por persona.

Cuento la leyenda de los monos porque es simpática. Los macacos son los únicos en Europa que viven en libertad en la reserva natural procedentes de Africa. Cuenta la leyenda que los macacos residirán en Gibraltar hasta que los británicos habiten este istmo. En cuanto los monos o los británicos abandonen el peñón, el otro lo abandonará también. Por eso el gobierno gibraltareño los cuida y mima, teniendo un estatus muy especial.

La mañana del domingo la dedicamos a visitar Algeciras, estuvimos muy poco tiempo, pero recuerdo que tenía un bonito casco antiguo y el resto es una ciudad muy industrial y portuaria. No es tan caótica como La Línea pero no deja de notarse que ha crecido por la industrias y el puerto Estuvimos en la plaza del Ayuntamiento y en una tasca que está en la misma plaza, que se come de lujo. Al regreso del viaje, en Marbella, nos paramos en un hotel en donde nos dimos un homenaje, entramos al spa y nos dimos un culto al cuerpo.

Fotos: El Peñón visto desde la pista del aeropuerto, mientras la cruzábamos en coche y Punta Europa y su faro (Gibraltar).